domingo, 13 de enero de 2013

Los manifestantes toman las calles de París contra el matrimonio gay

Manifestantes de toda Francia acuden a París contra el matrimonio gay

PARÍS (Reuters) - Tres columnas de manifestantes marcharon por la capital francesa el domingo para protestar contra el plan del presidente François Hollande de legalizar el matrimonio y la adopción homosexual antes de junio.
Se espera que varios cientos de miles de manifestantes - una mezcla de católicos, conservadores, musulmanes, evangélicos y homosexuales contrarios a las bodas gays - se reúnan en la Torre Eiffel, donde convergerán las columnas a última hora de la tarde.
Los organizadores reservaron cinco trenes de alta velocidad y 900 autobuses que transportaron a los manifestantes desde las provincias francesas, muchos, pariendo antes del amanecer, para unirse a los parisinos y mostrar el alcance de la oposición que se ha generado en las últimas semanas. 
"Nadie esperaba esto hace dos o tres meses", dijo Frigide Barjot, una extravagante cómica que lidera la "Manifestación para Todos" a la que describió como "multicultural, multirreligiosa y multisexual". Fuertemente respaldados por la jerarquía católica, activistas laicos han movilizado a una heterogénea coalición compuesta por familias religiosas, conservadores políticos, musulmanes, evangélicos e incluso homosexuales opuestos al matrimonio homosexual para esta demostración de fuerza.
 "Queremos que este proyecto de ley se retire", dijo Patricia Soullier, una organizadora de la manifestación, a la televisión BFM antes de subir a un tren con destino a París en Montpellier, en el sur de Francia.
 El presidente enfadó a muchos oponentes al matrimonio homosexual al intentar que se votara en el parlamento sin despertar demasiado debate público y por dudar sobre algunos detalles de la reforma, que la ministra de Justicia, Christiane Taubira, describió como "un cambio en la civilización".
 Su manejo torpe de otras promesas como el impuesto del 75 por ciento a los ricos, que fue declarado inconstitucional, o su tambaleante lucha contra la subida del desempleo, ha reducido su popularidad en los últimos sondeos de opinión. Las bodas entre personas del mismo sexo son legales en 11 países, incluidos Bélgica, Portugal, Holanda, España, Suecia, Noruega y Sudáfrica, además de en nueve estados de Estados Unidos y en Washington D.C.
 LOS NIÑOS
 El cardenal Andre Vingt-Trois, líder de la Iglesia Católica de Francia, encabezó la oposición con un sermón crítico en agosto. 
Otros líderes religiosos - musulmanes, judíos, protestantes y cristianos ortodoxos - no tardaron también en pronunciarse. Todos ellos tocaron la fibra sensible de los votantes, haciendo hincapié en los niños que serían criados por matrimonios del mismo sexo en lugar de acudir a argumentos puramente religiosos.
 El apoyo a los matrimonios homosexuales ha bajado 10 puntos hasta menos del 55 por ciento y menos de la mitad de los franceses son partidarios ahora de que los homosexuales tenga derecho a la adopción.
 Bajo esta presión, los legisladores descartaron un plan que también permitiría a las lesbianas el acceso a la inseminación artificial, lo que ahora está limitado a parejas heterosexuales con problemas de fertilidad.
 Los organizadores insisten en que no están contra los homosexuales, sino a favor del matrimonio tradicional. La mayoría de líderes religiosos nacionales no se han undio a la protesta, pero al menos ocho obispos católicos han dicho que sí acudirán a la marcha. "Estoy feliz de que muchos católicos se movilicen, pero no es una marcha católica contra el Gobierno", dijo Vingt-Trois, que ha decidido reunirse con los manifestantes, pero no unirse a ellos. 
Civitas, un grupo católico de extrema derecha cuyas protestas han sido abiertamente antihomosexuales, ha organizado una manifestación rival en paralelo a las columnas de la "Manifestación para Todos" con una afluencia muy inferior.

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