El aspirante presidencial republicano y ex presidente de la Cámara de Representantes Newt
WOODLANDS, Texas, EE.UU. (AP) — El debate entre dos de los aspirantes presidenciales republicanos, Herman Cain y Newt Gingrich, tuvo lugar el sábado con preguntas sobre el gasto en salud y el futuro de la seguridad social, aunque omitió por completo la historia política de la semana: las acusaciones de acoso sexual que han afectado la campaña de Cain.
Los organizadores del debate cerca de Houston, simpatizantes del movimiento de ultraderecha Tea Party, dijeron que ese asunto, que consumió la campaña republicana durante la semana pasada, estaba fuera de la mesa. Esa noticia fue bien recibida por Cain, en momentos en que intenta volver a concentrarse en cuestiones políticas.
"Las proyecciones a largo plazo acerca de lo que va a costar un programa de gobierno nunca han estado acertadas", dijo Cain, quien proyectaba confianza mientras se sentaba lado a lado con el ex presidente de la Cámara, en sillas de altos espaldares.
"Nombren uno", retó Cain a la audiencia en una actitud de rebeldía similar a la que mostró toda la semana mientras luchaba para recobrar el equilibrio de su campaña.
Un abogado de una de las acusadoras de Cain dijo el viernes que su cliente había presentado una denuncia "de buena fe" en contra del precandidato en la década de 1990 por "varios casos de acoso sexual" y había recibido una indemnización.
El abogado Joel Bennett sugirió que Cain no estaba diciendo la verdad cuando negó reiteradamente los incidentes que supuestamente ocurrieron mientras el empresario de Georgia dirigía la Asociación Nacional de Restaurantes.
Cain repetidamente ha negado haber acosado sexualmente a alguien, y su campaña dijo que estaba deseoso de superar este asunto.
Gingrich parecía gustoso de ayudar.
"Tenemos que presentar soluciones que sean en realidad mejores", dijo Gingrich al público de la sala, llena de conservadores.
Los demás precandidatos que aspiran a la nominación republicana también fueron invitados, pero sólo Cain y Gingrich aceptaron.
El foro de 90 minutos pretendía permitir a Cain y Gingrich debatir detalles específicos sobre sus planes económicos.
Gingrich no tenía mucho que ganar al destacar las acusaciones de comportamiento sexual inapropiado de uno de sus rivales. El ex presidente de la Cámara, nativo de Georgia, se ha divorciado dos veces y se ha casado en tres ocasiones, incluido el último matrimonio con su actual esposa, con la que tuvo un romance mientras seguía unido a la segunda.
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