AP - Más de dos millones de musulmanes provenientes de todo el mundo se congregaron este sábado en el Monte Arafat, en el momento culminante de su peregrinación a La Meca.
Al ponerse el sol, los fieles se dirigieron al valle de Muzdalifa, a unos kilómetros de allí, para pasar la noche.
Según la tradición, en él recogen piedras para el ritual de lapidación de Satán en el valle de Mina, cerca de la Meca, en el primer día del Aid al-Adha, la fiesta del sacrificio celebrada a partir del domingo.
Durante el día, vestidos de blanco, los peregrinos participaron en una oración colectiva, dirigida por el gran muftí de Arabia Saudí, el jeque Abdel Aziz Al Sheij, en la mezquita de Namera, construida en el lugar en el que se considera tuvo lugar el último sermón del profeta Mahoma.
"El islam es la solución para los problemas de los musulmanes", dijo el muftí. "Una invasión mediática y cultural procura debilitar vuestra fe", añadió.
La multitud, que ocupaba la mezquita, la plaza que la rodea y sus alrededores, escuchó atentamente la prédica del muftí. Emocionados, algunos peregrinos lloraban.
Los participantes empezaron a llegar desde la madrugada al Monte Arafat, también llamado "Monte de la Misericordia".
"Dios, aquí me tienes, respondiendo a tu llamado", repetían los peregrinos, que recorrieron lentamente, en autobús o a pie, los aproximadamente diez kilómetros que hay entre el Monte Arafat y el valle de Mina, donde se inició la peregrinación el viernes, día dedicado a la oración y al recogimiento.
"Quiero purificarme y rezarle a Dios para que me perdone mis errores", dijo Nur Lila, una indonesia de 36 años que realiza su primer "hajj" o peregrinación a La Meca.
Abdalá Wali Edin, un malasio de 45 años, explicó haber ahorrado dinero durante años para realizar el "hajj". "Aquí somos todos iguales. No hay diferencias entre las distintas nacionalidades", recalcó.
Los peregrinos rezaron juntos en la mezquita de Namera y pasaron el día pidiendo perdón a Dios en el Monte Arafat, símbolo de la espera del Juicio Final.
El domingo, tras el primer ritual de la lapidación de las estelas que simbolizan a Satán en Mina, los peregrinos inmolarán un animal, en general un cordero, en recuerdo del sacrificio que estuvo a punto de cumplir Abraham al querer matar a su hijo Isaac por orden de Dios. Ese rito marca el inicio de la fiesta de Al Adha o del sacrificio.
Actualmente, en los hechos, los peregrinos compran bonos a las autoridades sauditas que inmolan a los animales y luego envían ayuda a musulmanes pobres de distintas partes del mundo.
La peregrinación a La Meca es uno de los cinco pilares del islam que todo musulmán debe cumplir en su vida si sus medios se lo permiten.
El hajj "prosigue normalmente. Todo viene saliendo bien", declaró a la AFP el portavoz del ministerio del Interior, el general Mansur al Turki.
Este año, la peregrinación se apuntó a Internet. Con mensajes de texto a los celulares, páginas en YouTube o un archivo digital que detecta e inscribe en una lista a cada fiel presente en los lugares santos, las autoridades sauditas decidieron este año adoptar las nuevas tecnologías para encuadrar mejor la peregrinación a La Meca.
El ministerio de Asunto Religiosos envía cada día 3,25 millones de mensajes de texto a los peregrinos para informarlos sobre los ritos del "hajj", declaró el sábado un consejero del ministerio, jeque Talal Al Uqail, citado por la agencia Spa.
Unos 100.000 miembros de las fuerzas de seguridad se encargan del buen desarrollo del "hajj", la principal concentración humana en el mundo.
Peregrinos musulmanes reuniéndose en el Monte Arafat, en la sagrada localidad saudí de La Meca, este sábado, en la culiminación de la peregrinación a La Meca.
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