La familia, los amigos, los villancicos y los regalos no pueden faltar en Navidad. Pero el exceso de grasa y de calorías sí es prescindible. Preparar un menú navideño saludable no significa renunciar al sabor y así le ahorraremos a nuestro organismo muchos sobresaltos.
Las fiestas se amontonan en los últimos días del año, y la tradición dicta que se celebren con parientes y amigos alrededor de la mesa. La comida es, sin duda, uno de los grandes protagonistas de las reuniones navideñas, pero el abuso de determinados alimentos puede resultar perjudicial para la salud.
No obstante, si convertimos a la moderación en el condimento estrella con el que aderezar nuestros platos, podremos disfrutar de todo tipo de productos sin que nuestro organismo se resienta.
“No existen los alimentos permitidos o los prohibidos, lo importante es la cantidad y la frecuencia con la que se consuman”, apunta Mónica Navarro Indiano, vicepresidenta de la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (España). De hecho, “en el contexto de una dieta saludable y consumido de manera ocasional, todo vale”, añade la especialista.
A la hora de elegir los alimentos que vamos a consumir en las celebraciones navideñas, tenemos que seguir algunas recomendaciones.
El menú debe ser “variado e incluir todos los ingredientes: hidratos de carbono, proteínas y grasas”, indica Salvador Tranche, secretario de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.
Además de ser hipercalóricos, los menús navideños contienen normalmente una gran cantidad de proteínas y grasas. Por ello, “en el resto de las comidas del día es recomendable tomar alimentos de bajo valor calórico y ricos en fibra e hidratos de carbono, como frutas, verduras y algún lácteo”, señala Navarro.
Las necesidades calóricas no son las mismas para un hombre que para una mujer y también varían en función de otros factores como la edad, la altura, el peso y la situación fisiológica. “Pero como media necesitamos unas 2.500 Kcal.”, explica la nutricionista. “Una comida o cena típica navideña suele aportarnos en torno a las 1.200 Kcal.”, advierte.
Para acompañar las comidas navideñas, la nutricionista recomienda beber agua pues resulta “ideal para hidratar y degustar mejor los sabores de los alimentos. Además, no aporta calorías”, recuerda.
Los adultos sanos pueden tomar “bebidas alcohólicas de baja graduación como el vino o el cava. Pero deben tener en cuenta que incrementan el contenido energético del menú navideño en 7 kilocalorías por gramo de alcohol consumido. Así, una copa nos aporta alrededor de 80 kilocalorías”, afirma.
Purificación León.
EFE-REPORTAJES.
El menú debe ser “variado y tener todos los ingredientes: hidratos de carbono, proteínas y grasas”, indica Salvador Tranche, secretario de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.
“El truco es reducir el tamaño de las raciones, compensar con el resto de comidas del día y no pasarse con las bebidas alcohólicas, las azucaradas ni con los postres hipercalóricos”, sostiene Mónica Navarro Indiano, vicepresidenta de la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de Madrid
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