LONDRES (Reuters) - Uno de cada cinco trabajadores padece una enfermedad mental como depresión o ansiedad y esas condiciones están afectando cada vez más la productividad en el lugar de empleo porque muchos tienen problemas para controlarlas, señaló el lunes un reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La OCDE halló que las personas con enfermedades psíquicas suelen perder días de trabajo y añadió que entre el 30 y el 50 por ciento de todos los nuevos pedidos de beneficios por discapacidad en las naciones que integran la organización se deben actualmente a problemas de salud mental.
Los diseñadores de políticas deben encontrar nuevas formas de lidiar con el problema social y económico de las enfermedades mentales, indica el informe, ya que los factores que disparan estas condiciones, como el estrés en el trabajo, están en aumento.
"La creciente inseguridad laboral y presión en los lugares de trabajo en la actualidad podrían llevar a un alza de los problemas de salud mental en los próximos años", agrega el reporte.
"La porción de trabajadores expuestos a estrés relacionado con el trabajo, o presión laboral, ha crecido en la última década en toda la OCDE. Y bajo el clima económico actual, cada vez más y más personas están preocupadas por la seguridad de su empleo", añade.
Sólo la depresión ya es una de las principales causas de muerte, discapacidad y carga económica a nivel mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que para el 2020 será el segundo contribuyente a la carga global de enfermedad en todas las edades.
Dos estudios publicados en septiembre y octubre revelaron que hasta el 40 por ciento de los europeos sufren una enfermedad mental o neurológica cada año, y que el costo anual de los trastornos cerebrales es de casi 800.000 millones de euros (1,07 billones de dólares).
El informe de la OCDE, titulado "¿Enfermo en el trabajo? Mitos y Verdades sobre la Salud Mental en el Trabajo", reveló que las personas con enfermedad mental son entre dos y tres veces más propensas a estar desempleadas que las personas sin problemas psíquicos.
Esa brecha representa una importante pérdida económica, según el reporte.
"Los trastornos mentales más comunes se pueden mejorar, y las posibilidades de empleo pueden mejorar con el tratamiento adecuado", indica la OCDE.
Con todo, la entidad manifestó que los sistemas de salud en la mayoría de los países están focalizados en el tratamiento de personas con trastornos severos como la esquizofrenia, que apenas representa a un cuarto de todos los pacientes con problemas de salud mental.
"Tomar más seriamente trastornos más comunes mejoraría las posibilidades de las personas de permanecer, o regresar, al trabajo", indicó la OCDE, que agregó que alrededor del 50 por ciento de las personas con trastornos mentales severos y más del 70 por ciento de aquellos con enfermedad moderada actualmente no recibe ningún tratamiento.
La OCDE instó a los diseñadores de políticas a centrarse en brindar buenas condiciones laborales que ayuden a los empleados a reducir y manejar el estrés, introducir controles sistemáticos de ausentismo por enfermedad y ayudar a los trabajadores a disminuir los conflictos y evitar despidos innecesarios causados por problemas de salud mental.
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