(AP) — El ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega era transportado el domingo en un avión a su país para que cumpla las penas por los delitos cometidos durante su gobierno, desde donde pasó de ser un aliado de Washington en la Guerra Fría al principal objetivo de una invasión estadounidense.
Noriega partió de un aeropuerto al sur de París en un vuelo de Iberia Airlines. Llegó al aeropuerto en un convoy de cuatro vehículos que partió de la prisión de La Santé. El vuelo, con escala en Madrid, despegó a las 0708 GMT, con un retraso de media hora.
El Ministerio de Justicia francés dijo en una declaración de un párrafo que Francia entregó a Noriega el domingo a funcionarios panameños según el protocolo de extradición. Fue el único comentario oficial.
El regreso de Noriega tras pasar más de 20 años en prisiones estadounidenses y francesas por narcotráfico y lavado de dinero. Panamá lo condenó en ausencia por el asesinato de dos oponentes políticos en la década de 1980.
Fue condenado a 20 años de reclusión por cada uno de los delitos y las autoridades panameñas dijeron que irá directamente a la cárcel en cuanto aterrice. El ex general podría a la postre abandonar la prisión gracias a una ley que permite a los reos mayores de 70 años cumplir sus sentencias bajo arresto domiciliario.
Un médico figuraba entre los funcionarios panameños que escoltan al el militar de 77 años de regreso a Panamá.
"Está muy impaciente, muy contento. Va a casa", dijo el sábado uno de sus abogados franceses, Antonin Levy, en una entrevista telefónica tras visitar por última vez a Noriega.
Empero, muchos panameños quieren que el hombre que se robó las elecciones y envió pandillas de matones a golpear a sus oponentes en las calles purgue su condena en el país.
"Noriega fue responsable por la invasión y de los que murieron en la operación. Mancilló su uniforme, apenas hubo disparos y huyó para ocultarse. Debe pagar", dijo Hatuey Castro, de 82 años, miembro de la oposición contra Noriega que fue detenido y golpeado por los matones del dictador en 1989.
La invasión estadounidense de Panamá en 1989 fue uno de los acontecimientos más polémicos en los estertores de la Guerra Fría.
Noriega comenzó a cooperar con los servicios de espionaje estadounidenses cuando era cadete en una academia militar en Perú, dijo Everett Ellis Briggs, embajador de Estados Unidos en Panamá de 1982 a 1986.
En las décadas de 1970 y 1980, Noriega cooperó estrechamente con la CIA, ayudando a Estados Unidos a combatir los movimientos izquierdistas en América Latina. Además hizo de correo entre Estados Unidos y ciertos regímenes, como Cuba.
Empero, Noriega comenzó a trabajar a escondidas con el Cartel de Medellín y ganó millones de dólares enviando de contrabando cocaína a Estados Unidos.
"Se alquilaba a mucha gente", dijo Briggs. Estados Unidos lo toleró por temor a que peligrara la seguridad del Canal de Panamá y la estabilidad de América Central, agregó.
"Existía la sensación de que no era el momento de destapar esa particular jaula de grillos", reconoció Briggs.
Empero, después que un jurado investigador encausó a Noriega por narcotráfico en 1988, el presidente George H.W. Bush acusó a Noriega de abusar de un militar estadounidense y su esposa.
Finalmente, el 20 de diciembre de 1989, más de 20.000 soldados estadounidenses invadieron Panamá y se enfrentaron con los incondicionales de Noriega. En la operación murieron 23 militares estadounidenses y 314 soldados panameños.
Noriega se refugió en la Nunciatura Apostólica —la embajada del Vaticano— pero acabó entregándose el 3 de enero de 1990 y fue trasladado a Miami para ser juzgado por narcotráfico.
Noriega fue hallado culpable dos años después de la invasión y cumplió 17 años en una prisión de mínima seguridad fuera de Miami. Al concluir la sentencia fue extraditado a Francia.
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