lunes, 16 de enero de 2012

El crucero italiano se mueve, con riesgo de desastre ecológico

 foto.El ministro italiano de Medioambiente, Corrado Clini, dijo el lunes que declarará el estado.
GIGLIO, Italia (Reuters) - El crucero que naufragó el viernes y se encuentra medio sumergido en la costa italiana se movió el lunes sobre las rocas en las que está varado, mientras que las malas condiciones climáticas interrumpían brevemente la dramática búsqueda de supervivientes.
Después de que la compañía propietaria del barco culpara al capitán por conducir demasiado cerca de la costa para hacer un "saludo" a los residentes de la isla toscana, la nave se hundió levemente, amenazando con sumergir su enorme casco y 2.300 toneladas de combustible bajo las aguas del Mediterráneo.
El movimiento interrumpió durante unas horas las operaciones de rescate para hallar a alguien con vida, cuando aún quedan 16 personas desaparecidas. Hasta ahora se han encontrado seis cuerpos , incluyendo el de un español.
A pesar de vivir horas de desesperación y caos, la mayoría de los 4.200 pasajeros y tripulantes sobrevivieron al accidente sufrido por el Costa Concordia, de 114.500 toneladas y que embistió una peña el viernes por la noche, naufragando rápidamente a causa de un gran agujero en su casco.
El portavoz de los bomberos Luca Cari dijo que había algunos movimientos en el barco pero que no se consideraban peligrosos. Sin embargo, añadió que había más incertidumbre después del deslizamiento y que se suspendían las operaciones de rescate durante la noche
Otro bombero, Luciano Roncalli, dijo a Reuters que todas las áreas de la parte sumergida ya se han revisado, lo que indica que hay pocas esperanzas de encontrar más supervivientes.
El ministro italiano de Medioambiente, Corrado Clini, ha anunciado que el Gobierno declarará el estado de emergencia por el riesgo de un vertido de combustible del barco en las cristalinas aguas del Parque Nacional Archipiélago Toscano. Hasta ahora no se ha detectado ninguna fuga importante.
Si el mar embravecido causa el deslizamiento del barco hacia aguas profundas y lo hunde o rompe, eso echaría por tierra cualquier esperanza de los propietarios de salvar al crucero de 290 metros de largo, cuya construcción costó cientos de millones de dólares hace seis años.
"SALUDO" A LA COSTA
Los investigadores dicen que el barco estaba demasiado cerca de la costa y la compañía propietaria, Costa Cruceros, señaló que el capitán, que ha sido arrestado, realizó una rápida maniobra para "saludar" a la gente de la isla.
Francesco Schettino ha rechazado los cargos de homicidio involuntario y su abogado, Bruno Leporatti, afirmó que la decisión de su cliente de anclar la embarcación en un extremo para acercarla a la costa después de la colisión "salvó las vidas de miles de personas".
El padre del jefe de camareros del crucero dijo a Reuters que su hijo le había llamado antes del accidente para decirle que la tripulación le saludaría con la sirena del barco cuando pasaran cerca de Giglio, donde ambos residen.
"El barco obviamente se acercó demasiado", dijo Giuseppe Tievoli, de 82 años.
"No sé si Antonello (su hijo) le pidió al capitán que se acercara, pero la responsabilidad es siempre del capitán", añadió.
Schettino también ha sido acusado de abandonar el barco antes de que se evacuara a todas las personas a bordo. Los fiscales dicen que se negó a volver a bordo cuando la guardia costera se lo solicitó.
El consejero delegado de Costa Cruceros culpó a Schettino de cometer un error humano. Pier Luigi Foschi dijo en una rueda de prensa que la compañía ofrecerá a su capitán cualquier asistencia que necesite.
"Pero debemos reconocer los hechos y no podemos negar un error humano", aclaró.
Foschi dijo que el barco se desvió de su ruta y que Schettino había infringido los procedimientos de seguridad. Añadió que los cruceros pueden llegar hasta 500 metros de la costa de la isla.
Según investigadores dijeron, el barco, diseñado como un palacio flotante para más de 3.000 pasajeros, se encontraba a 150 metros de la costa cuando chocó con la peña.
El capitán niega que estuviera demasiado cerca de la costa y dice que la peña con la que chocó la nave no estaba marcada en los mapas.
Foschi niega las acusaciones de que los pasajeros no estaban entrenados en cómo realizar una evacuación del barco, donde se vieron escenas de pánico y caos tras la colisión.
La tripulación estaba compuesta de unas 1.020 personas de 38 naciones pero muchos eran animadores o personal del servicio de comida y no marineros especializados. El consejero delegado les llamó "héroes" y dijo que habían respondido adecuadamente durante el incidente.
El desastre se produjo cuando se servía la cena el viernes por la noche, provocando escenas de pánico que según testigos se parecieron a las del "Titanic", con pasajeros lanzándose a empujones a los botes salvavidas y algunos saltando al gélido mar.
Los pasajeros dijeron que hubo retrasos inexplicables en el envío de llamadas de socorro y en la organización de la evacuación y que eso había provocado el caos. Más de 60 personas resultaron heridas.
Los pasajeros italianos dijeron a distintos diarios que habían utilizado sus móviles para llamar a la policía en la ciudad de Grosseto, en el continente, para dar la alarma, mientras la tripulación insistía en que se trataba sólo de un fallo eléctrico

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