foto.Un grupo de afganos protesta en contra de Estados Unidos durante una manifestación .
KABUL (Reuters) - Un soldado afgano se unió el jueves a las protestas por la quema de ejemplares del libro sagrado de los musulmanes en una base de la OTAN y mató a tiros a dos soldados extranjeros, dijeron fuentes militares occidentales.
Las muertes del jueves ocurrieron horas después de que los rebeldes talibanes instaran a los afganos a atacar sitios militares extranjeros y matar a occidentales como represalia por la quema de copias del Corán el martes en la base aérea de Bagram.
Once personas han muerto en protestas a lo largo del país desde entonces y 17 han resultado heridas. Miles de manifestantes han salido a las calles de varias ciudades, gritando "¡Muerte a Estados Unidos!" y destrozando autos, edificios y tiendas.
En una protesta en la provincia oriental de Nangarhar el jueves, un soldado afgano apuntó su arma frente a soldados de la OTAN, dijeron funcionarios locales y fuentes militares occidentales. Un portavoz provincial dijo que después el soldado escapó.
La OTAN confirmó que un hombre con el uniforme del Ejército afgano mató a dos de sus soldados en el este, pero se negó a decir si el tiroteo estaba relacionado con las protestas.
En un intento por aliviar las tensiones, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, envió el jueves una carta a su par afgano, Hamid Karzai, disculpándose por la quema de copias del Corán, dijo la Casa Blanca.
"El presidente expresó sus disculpas por el incidente en el que se manipuló involuntariamente material religioso en la base área de Bagram", indicó un portavoz estadounidense.
La disculpa fue revelada poco después de que Karzai acusara a unkabul militar estadounidense de haber quemado las copias del Corán, en un acto que según dijo se produjo "por ignorancia y mal entendimiento" de la importancia del libro sagrado del Islam.
La quema de ejemplares del Corán en Bagram podría dificultar aún más el trabajo de las fuerzas de la OTAN lideradas por Estados Unidos por ganarse los corazones de los afganos y llevar a los talibanes a la mesa de negociaciones antes del retiro de las tropas de combate extranjeras a fines de 2014.
Los musulmanes consideran al Corán la palabra literal de Dios y tratan cada libro con profunda reverencia. La profanación es considerada una de las peores blasfemias.
SE PROPAGA VIOLENCIA
Una pequeña protesta de alrededor de 500 personas también generó actos de violencia en Kabul, y la policía y oficiales de inteligencia vestidos de civil buscaron contener a manifestantes que lanzaron piedras y palos. Testigos reportaron haber escuchado disparos.
Un joven herido yacía en el congelado asfalto en la carretera, con sangre brotando desde su costado. Inclinado sobre él y abrazándolo, un familiar hizo un llamado al Gobierno de no herir a su propio pueblo.
"¡Ministro del Interior! ¿No ve que estamos peleando contra la OTAN?", dijo el hombre, que no dio su nombre.
"Nuestro valiente pueblo debe apuntar a las bases militares de las fuerzas invasoras, sus convoys militares y sus bases invasoras", dijo un comunicado difundido través del correo electrónico a los medios por el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
"Tienen que matarlos (a los occidentales), golpearlos y capturarlos para darles una lección y que nunca se atrevan a profanar de nuevo el santo Corán", sostuvo.
La mayoría de los occidentales ya estaban confinados en sus bases fuertemente fortificadas, incluso dentro de la expansión del complejo de la embajada de Estados Unidos y cerca de las embajadas en el centro de Kabul.
Cerca de 400 manifestantes lanzaron piedras y prendieron fuego a autos en una base militar de Noruega en la provincia de Faryab en la frontera con Turquía, donde se encuentran alrededor de 500 soldados y civiles procedentes de Noruega, Letonia, Macedonia, Islandia y Estados Unidos.
El embajador de Noruega en Kabul, Tore Hattrem, dijo a Reuters que nadie resultó herido y que hubo daños mínimos.
Un pequeño número de manifestantes en la provincia oriental de Kapisa apuntó a la base militar francesa, aunque la policía los disuadió con éxito, dijo Abdul Hamid, jefe de la policía.
La furia de los afganos podría complicar los esfuerzos de Estados y la OTAN para alcanzar un acuerdo sobre un pacto estratégico que se está considerando actualmente con el Gobierno de Kabul
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