Escrito por Marlenys Ferreras
Diversos negocios utilizan las aceras como escenarios para la llevar a cabo diferentes tipos de intercambios comerciales, que además de obstruir el paso a los peatones, ensucian y contaminan el ambiente.
Las calles y avenidas de la capital y las de la provincia de Santo Domingo están llenas de medianos y pequeños comercios que se adueñan de las áreas comunes y crean inconvenientes a los que por ahí transitan.
Tiendas de ropa, repuestos de vehículos, puestos de empanadas, chimichurris, frituras y un sin número de negocios, formales e informales son los causantes de muchos contratiempos en las vías.
En Villa Consuelo, una de las zonas de mayor movimiento comercial del Distrito Nacional, operan decenas de empresas que distribuyen múltiples artículos, entre los que se encuentran las importadoras de ropa y calzados, que cubren las aceras de maniquíes y cuelgan sus mercancías de tal manera, que obligan a los caminantes a tirarse a las calles y enfrentar el peligro de ser arrollado por un vehículo.
Otros que también se roban, incluso hasta parte de los carriles por donde se suponen deben pasar los automóviles, son las fábricas de muebles y los vendedores de chucherías.
Parte de los desechos que producen esos establecimientos, quedan suspendidos en el entorno, contribuyendo aún más a la desaliño del mismo.
"Ya uno no sabe por dónde es que va a caminar, ocupan todo el espacio, a veces tiene uno que bajar del contén, yo camino por aquí porque es obligatorio, pero esto es un desastre" expreso Mayra Montilla, refiriéndose a la José Martí, una de las avenidas con mas aglomeración a causa de esa situación.
Los talleres de mecánica en plena vía pública, también se suman a la lista, no es nada extraño encontrarse con algún vehículo en reparación a mitad de la acera y con el olor y el sucio que dejan en la misma.
Otro de los problemas que tienen la mayoría de esos negocios, es la falta de parqueos, lo que crea más caos e inconvenientes a los transeúntes.
Julio Vásquez, vecino de un pequeño puesto de comida rápida en el sector de Las Caobas en Santo Domingo Oeste, se queja del estorbo con que se encuentra cada vez que sale o llega a su morada.
"Los clientes ocupan su frente y parte del mío, porque no hay donde colocar las sillas y entre la gente y los vehículos estacionados ahí mismo, no dejan lugar para caminar.
Los centros de expendio de bebidas alcohólicas, no solo son un dolor de cabeza por el ruido que producen, sino también porque forman parte de los establecimientos que dificultan el libre desplazamiento de los viandantes.
Para Mercedes Martínez, es incómodo tener que cruzar por un colmadón ubicado a pocos metros de su hogar, en el que el flujo de personas es exorbitante, principalmente los fines de semana.
"los fines de semana, en horas de la noche eso se pone que no hay quien pase con el gentío en medio y para nada reclamamos los que vivimos cerca." dijo
Las autoridades, constantemente realizan aparatosos operativos como una forma de solución a esos casos, acentuándose más en los lugares de diversión y en la incautación de mercancía a buhoneros, pero esa problemática aumenta cada vez más.
Cortesia www.clickdemipais.com
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