jueves, 4 de octubre de 2012

Turquía contraataca a Siria y dice protegerá sus fronteras

Unos ciudadanos turcos escapan del humo provocado por el estallido de una bomba de mortero lanzada desde Siria, ayer en Sanliurfa, Turquía. EFEAKCAKALE, Turquía (Reuters) - Turquía lanzó el jueves ataques de artillería sobre un pueblo fronterizo de Siria y provocó la muerte de varios soldados sirios, mientras que su Parlamento autorizó más acciones militares luego de que cinco civiles turcos murieran por una bomba disparada desde Siria. 

Rusia, firme aliado de Siria, dijo que Siria había calificado que el ataque con mortero había sido un trágico accidente, que no volvería a suceder y que el ministro de Información sirio había enviado sus condolencias al pueblo turco. "A través de nuestro embajador en Siria, hemos hablado con las autoridades sirias, quienes nos aseguraron (...) que lo que pasó en la frontera con Turquía fue un trágico accidente, y que no volverá a ocurrir", dijo el jueves el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, según la agencia de noticias local RIA.
 Pero Turquía dijo que no recibió ninguna explicación o disculpa de Siria luego del ataque del miércoles. "No hemos escuchado nada bilateralmente. Apenas oímos algunos comunicados de prensa, eso es todo", dijo a Reuters un funcionario turco que pidió no ser identificado. Además, las autoridades turcas dijeron que la "acción agresiva" contra su territorio por parte de las fuerzas armadas sirias se había convertido en una seria amenaza para su seguridad nacional y el Parlamento dio autorización el jueves para realizar operaciones militares fuera de las fronteras del país si el Gobierno lo considerara necesario.
 "Turquía no tiene ningún interés en una guerra con Siria. Pero Turquía es capaz de proteger sus fronteras y responderá cuando sea necesario", dijo Ibrahim Kalin, asesor del primer ministro Tayyip Erdogan, en su cuenta de Twitter. "Las iniciativas políticas, diplomáticas continuarán", agregó. 
En la escalada transfronteriza más grave en la revuelta de 18 meses en Siria, Turquía contraatacó después de lo que calificó como "la gota que derramó el vaso" cuando un mortero cayó el miércoles en un barrio residencial de la ciudad de la ciudad fronteriza de Akcakale, causando la muerte de una madre, sus tres hijos y otra pariente. 
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que varios soldados sirios murieron en los bombardeos turcos contra un puesto militar cerca de la ciudad siria de Tel Abyad, a pocos kilómetros de la frontera desde Akcakale. No dijo cuántos soldados fallecieron.
 "Sabemos que han sufrido pérdidas", dijo una fuente de seguridad turca a Reuters, sin dar más detalles. 
El Observatorio también informó enfrentamientos entre los rebeldes y el ejército de Siria en un puesto militar, y dijo que los insurgentes habían matado el jueves a 21 guardias republicanos en una emboscada a un minibús militar en un suburbio del noroeste de Damasco.
 El conflicto en Siria comenzó cuando el presidente Bashar al-Assad usó a las fuerzas armadas para intentar dispersar una manifestación pro-democrática que surgió en marzo del 2011.
 Desde entonces, el conflicto ha escalado a una revuelta armada que ha llevado a los rebeldes a suburbios de Damasco y muestra signos de estar convirtiéndose en una lucha sectaria que podría desestabilizar a los países vecinos, entre los que se encuentran Turquía, Irak y Líbano. 
CONDENA INTERNACIONAL 
Francia dijo el jueves que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe responder rápida y firmemente condenando el ataque de Siria a Turquía, al que París calificó de una amenaza para la seguridad internacional. 
El ministro de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, dijo que Francia respaldaba a Turquía, aliado de la OTAN, y que estaban avanzando las consultas en la ONU y en Bruselas sobre cómo lidiar con la escalada externa más seria de la insurgencia de 18 meses en Siria.
 "Quiero y espero que toda la comunidad internacional, en particular a través del Consejo de Seguridad, envíe un mensaje claro y rápido que condene fuertemente a las autoridades sirias", señaló Fabius en un comunicado. Francia, uno de los principales críticos de Bashar al-Assad, instó en Naciones Unidas el 25 de septiembre a brindar protección a las zonas controladas por los rebeldes en Siria. "Esta violación de la ley internacional constituye una grave amenaza para la paz y la seguridad internacional", dijo Fabius el jueves.
 "La comunidad internacional no puede aceptar que el régimen sirio continúe con sus actos de violencia dentro y fuera de sus fronteras.
 Debe ponerse punto final a esto sin demoras", agregó. En tanto, el viceprimer ministro turco, Besir Atalay, dijo el jueves que la prioridad de Turquía es actuar en coordinación con las instituciones internacionales en respuesta al ataque sirio. Hablando con periodistas luego de que el Parlamento autorizó las operaciones militares en el exterior si el Gobierno las consideraba necesarias, Atalay dijo que Turquía había ejercido su derecho a responder al ataque y que el permiso de la asamblea no era un "memorandum de guerra". 
Algunos residentes de Akcakale pasaron la noche en las calles, mientras que otros se reunieron fuera de la oficina del alcalde, con temor a volver a sus casas cerca de la frontera, mientras el ruido de artillería resonaba en el pueblo. "No hemos podido dormir en nuestras propias casas por 15 días, tuvimos que dormir en casas de familiares más alejadas de la frontera porque no es seguro allí", dijo Hadi Celik, un comerciante de 42 años padre de cinco hijos. 
Unas 30.000 personas han sido asesinadas en Siria, según activistas, en un conflicto con crecientes matices sectarios que amenaza con dispersarse internacionalmente entre las potencias musulmanas chiítas y suníes.
 Turquía está albergando a más de 90.000 refugiados de Siria y teme un ingreso masivo similar al visto luego de la Guerra del Golfo de 1991, cuando medio millón de kurdos huyeron hacia Turquía.

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