Nicolás Maduro |
La Habana, 12 ene (EFE).- Las visitas de los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, de Perú, Ollanta Humala, y del vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, no han quebrado el muro de hermetismo en torno a Hugo Chávez en la isla y ninguno de ellos ha aportado novedades sobre el estado de salud del mandatario.
La presidenta argentina partió hoy desde La Habana a una gira por países asiáticos, tras una escala de poco más de un día en la isla hecha expresamente en "solidaridad y acompañamiento" a Chávez, sin que haya desvelado si vio personalmente a su colega venezolano, que se encuentra hospitalizado en Cuba, y sin pronunciarse sobre su estado.
Fernández sí se reunió con los hermanos Fidel y Raúl Castro y con los familiares de Chávez, como también lo hizo Ollanta Humala, que llegó a La Habana el pasado viernes, horas después de la presidenta argentina, para un viaje de trabajo en el que ha firmado varios acuerdos bilaterales con el Gobierno cubano.
En el caso de Nicolás Maduro, el último en aterrizar ayer en la mayor de las Antillas, mantuvo un encuentro con el presidente cubano, Raúl Castro, quien expresó "su seguridad en la capacidad del pueblo venezolano y sus instituciones para afrontar y vencer cualquier desafío", según publicaron este sábado medios oficiales.
Hoy, el vicepresidente Maduro se reunió con Cristina Fernández en el Hotel Nacional de La Habana -donde se alojó la mandataria- y de donde se marchó conduciendo él mismo un vehículo.
"Un gran saludo. Hemos visitado a la presidenta de Argentina", se limitó a decir Maduro a periodistas al salir del edificio.
Un poco más tarde, Cristina Fernández concluyó su visita a La Habana despidiéndose de los empleados del Hotel Nacional -que le obsequiaron con un ramo de flores y un aplauso- y con unas breves palabras a los medios de comunicación en las que pidió respeto y solidaridad hacia Chávez.
"Ayer ya les hice el comentario que iba a hacer, aclaré muy bien que venía con una inmensa solidaridad hacia quien es un gran amigo de Argentina y no tengo nada que agregar al respecto", dijo la mandataria.
En su cuenta de la red social Twitter, la presidenta escribió este sábado que, además de una Biblia, dejó a Chávez "la imagen de la Virgen de Luján y de San Benito de parte de alguien que él quiere mucho en Argentina".
Y en La Habana continuaron hoy los actos religiosos por la salud de Chávez, en esta ocasión con una misa católica en la Catedral, a la que acudieron unas 300 personas, entre ellas estudiantes venezolanos y pacientes de ese país que se tratan en Cuba.
También asistieron al oficio religioso el embajador de Venezuela en la isla, Edgardo Antonio Ramírez, y otros diplomáticos.
Mientras, en Venezuela, el gobernador del estado de Barinas (suroeste), Adán Chávez, hermano mayor del presidente venezolano, aseguró que el mandatario "avanza en su recuperación" y negó que esté en coma como lo ha afirmado la "guerra sucia" mediática generada en torno a su salud.
Según su hermano, Hugo Chávez "continúa asimilando de buena manera el tratamiento".
El presidente de Venezuela se encuentra desde hace un mes en Cuba, donde el 11 de diciembre fue sometido a una cuarta operación contra el cáncer que se le detectó en junio de 2011.
Según el último reporte oficial del pasado lunes, se encuentra en situación "estacionaria" de la insuficiencia respiratoria como consecuencia de una infección pulmonar que sufrió tras la operación del pasado 11 de diciembre.
Chávez, en el poder desde 1999 y reelegido en los comicios de octubre para un nuevo mandato de seis años, no juramentó su cargo el día 10 como lo marca la Constitución por su estado de salud; aunque el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) avaló el día 9 la postergación del acto y la continuidad de su Gobierno. EFE
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