martes, 19 de junio de 2012

Confusión sobre salud de Mubarak, quien estaría "clínicamente muerto"

Ficha biográfica del ex presidente egipcio Hosni Mubarak (45 x 170 mm) (AFP | pp)El ex presidente egipcio Hosni Mubarak fue declarado clínicamente muerto tras ser transferido … 
AFP Informaciones contradictorias circulaban la noche del martes al miércoles sobre la salud del ex presidente egipcio Hosni Mubarak, quien fue declarado “clínicamente muerto”, según la agencia oficial Mena, pero que estaría en estado de coma, según fuentes médicas y militares. 

La incertidumbre sobre la salud de Mubarak, de 84 años, quien gobernó durante tres décadas Egipto, se da en un marco de gran tensión política en el país, donde el ejército gobernante se ha otorgado amplios poderes y los dos candidatos que se disputan la presidencia reivindican la victoria. Un poco más de dos semanas después de que Mubarak fuera condenado a cadena perpetua por la muerte de manifestantes durante el levantamiento que lo derrocó en febrero de 2011, la agencia oficial de noticias Mena dijo el martes que el ex mandatario estaba “clínicamente muerto”. “Su corazón dejó de latir y más de una vez fue sometido a un desfibrilador, pero no reaccionó”, indicó la agencia. Poco después, sin embargo, una fuente médica dijo a la AFP que el ex “Rais” se hallaba “en estado de coma”. 
“No está clínicamente muerto. Los médicos intentan reanimarlo. Está con ayuda respiratoria”, dijo. Un miembro del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA, junta en el poder desde la caída de Mubarak), confirmó a la AFP, pidiendo el anonimato, que el ex presidente se encontraba en estado de coma. Durante la noche, la televisión estatal egipcia transmitió imágenes de archivo del presidente depuesto.
 Según fuentes de seguridad, su esposa Suzanne acudió al hospital para estar con él. Mubarak había sido transferido antes, en ambulancia, del ala medicalizado de la prisión de Tora, en el sur de El Cairo, al Hospital Militar de Maadi, a pocos kilómetros de distancia, después de un ataque cerebral, según Mena. 
La salud de Mubarak comenzó a declinar después de su encarcelamiento y fuentes de seguridad hablaban de una depresión aguda, de dificultades para respirar y de hipertensión. 
Su familia pidió su traslado a un hospital, como fue el caso antes de que el 2 de junio fuera sentenciado a cadena perpetua por la muerte de manifestantes, en enero-febrero de 2011, pero ello habría provocado la ira de muchos egipcios, ya furiosos por el hecho de que Mubarak hubira escapado a la pena de muerte.
 “Golpe de Estado Constitucional” Lo que ocurre con Mubarak “es un castigo divino. Dios no perdona a quienes han hecho sufrir a sus pueblos. Dios no perdona a los que mataron a gente inocente”, declaró Saber Amr, un maestro de 40 años que manifestaba al anochecer, junto con miles de egipcios y siempre en la plaza Tahrir de El Cairo, contra el “golpe constitucional” de los militares en el poder. 
En efecto, las Fuerzas Armadas acaban de arrogarse amplias prerrogativas que les permitirán controlar el país sea cual fuere el resultado de la elección presidencial. 
Los dos protagonistas de la elección que culminó el domingo, el candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi, y el ex primer ministro del derrocado Mubarak, Ahmed Shafiq, aseguran, cada cual por su lado, haber ganado los comicios, cuyos resultados oficiales se conocerán el jueves. 
Las manifestaciones fueron convocadas por organizaciones juveniles de militantes prodemocráticos y por la cofradía islámica Hermanos Musulmanes, primera fuerza política de Egipto y rivales históricos de los militares que dominan el sistema desde la caída de la monarquía en 1952. El CSFA anunció el lunes su voluntad de entregar el ejecutivo al futuro presidente antes de fin de mes, pero siempre manteniendo el control del poder legislativo, así como de otros sectores institucionales, en nombre de “un equilibrio de poderes”. 
En la práctica, el próximo jefe del Estado se encontrará en la incapacidad de implementar leyes sin la aprobación de los militares, que decidieron retomar el poder legislativo, tras la disolución de la Asamblea del Pueblo, dominada por los islamistas. 
Esta disolución fue pronunciada el sábado por el ejército sobre la base de un dictamen judicial que invalida el modo de escrutinio de las legislativas celebradas de noviembre a enero pasados. No se espera que haya nueva Asamblea antes de fin de año. 
Los Hermanos Musulmanes y los partidos de la corriente “revolucionaria”, equipararon la disolución con un “golpe de Estado constitucional”, en beneficio de los generales del CSFA que en la práctica convierte la presidencia en un envoltorio vacío. 
El candidato de los Hermanos Musulmanes proclamó el lunes su victoria en las recientes elecciones con un 52% de los votos, pero los partidarios de Shafiq aseguran que éste encabeza los resultados provisorios y acusaron a los islamistas de tratar de “robar” la presidencia. 
Estados Unidos se ha declarado “profundamente inquieto” por las prerrogativas que se atribuyó la junta militar egipcia, y la Unión Europea llamó a respetar la transición democrática, estimando que la situación institucional y legal debería ser “clarificada lo antes posible”.
 El derrocado presidente egipcio Hosni Mubarak, en una imagen de 2009, cuando aún dirigía el país. Informaciones contradictorias circulaban la noche del 19 de junio sobre su salud, después de que fuera declarado “clínicamente muerto”, según la agencia oficial Mena, pero que estaría en estado de coma, según fuentes médicas y militares. 
Ficha biográfica del ex presidente egipcio Hosni Mubarak (45 x 170 mm) El ex presidente egipcio Hosni Mubarak fue declarado clínicamente muerto tras ser transferido por un paro cardiaco desde la prisión Tora, en el sur de El Cairo, al hospital militar Maadi, en un suburbio de la capital, anunció la agencia oficial Mena.

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