ISLAMABAD (AP) — El principal oficial militar estadounidense ocupó esta semana los titulares de prensa cuando dijo que un grupo islámico, particularmente despiadado —el cual ha matado a efectivos norteamericanos en Afganistán— "actúa como brazo verdadero" del servicio de espionaje de Pakistán, aliado nominal de Estados Unidos.
En una de las muchas ironías de la guerra contra el terrorismo, el jefe del grupo rebelde llamado red Haqqani, fue alguna vez un aliado fiable de la CIA en la lucha contra los soviéticos.
En la actualidad, la red Haqqani mantiene vínculos estrechos con al-Qaida y el Talibán. Los integrantes de Haqqani, a quienes se atribuye la comisión de atentados dinamiteros con atacantes suicidas en Afganistán, tiene unos 10.000 combatientes y se le considera el grupo insurgente más peligroso en los 10 años que ha durado la guerra.
Estados Unidos ha disparado un número considerable de misiles en los últimos dos años en Waziristán Norte, una región tribal de Pakistán. Los Haqqani controlan esta zona y la utilizan como refugio seguro donde pueden ocultar a jefes de al-Qaida.
A pesar de los ataques con aviones robot, los Haqqani han logrado proliferar y se les acusa de incrementar sus ataques notables en Kabul y otras partes de Afganistán. Los ataques de este tipo han reforzado la creencia de que las fuerzas afganas y extranjeras han fracasado en su misión de estabilizar al país.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el almirante Mike Mullen, acusó a la red Haqqani de atacar la semana pasada a la embajada estadounidense en Kabul y de colocar un camión bomba cuya explosión hirió días antes a 77 soldados. Mullen aseguró que el servicio de espionaje más poderoso de Pakistán, el ISI, ayudó al grupo.
"Con el apoyo del ISI, agentes de Haqqani planearon y efectuaron el ataque con el camión bomba, así como el asalto contra nuestra embajada", dijo el jueves Mullen ante el Comité de Servicios Armados del Senado.
También dijo que Estados Unidos tiene información creíble de que extremistas de Haqqani, con asistencia del servicio de espionaje paquistaní, fue responsable del ataque del 28 de junio contra el Hotel Inter-Continental en Kabul y otros asaltos pequeños pero efectivos.
El viernes, el portavoz de Mullen dijo que éste decidió hacer las acusaciones contra el ISI después de que se volviera disponible en las últimas semanas la información sobre esos vínculos.
"Ha sido un tercer trimestre muy activo para la red Haqqani y ha empeorado", dijo el capitán John Kirby.
"La actividad de Haqqani se ha vuelto más descarada, más agresiva, más letal, y hay información más accesible de que el ISI apoyó o incluso alentó estos ataques".
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