sábado, 19 de mayo de 2012

Un atentado suicida dejó nueve muertos y una centena de heridos en Siria

Foto tomada en el Campamento Clark en el distrito de Mandozai, en la provincia de Khost, este de Afganistán el 12 de julio de 2011. Por lo menos 13 personas, incluyendo tres agentes de policía, murieron en un atentado suicida cometido en el sur de Afganistán, informaron fuentes locales.
Foto tomada en el Campamento Clark en el distrito de Mandozai, en la provincia de Khost, …
AFP Un atentado suicida mató a nueve personas e hirió a otras 100 en Deir Ezzor, una ciudad del este de Siria afectada por primera vez por este tipo de ataques desde el inicio de la revuelta popular contra el gobierno de Bashar al Asad. 


Horas después del atentado, el presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que el G8 estima "preferibles" una "solución pacífica y una transición política en Siria", y manifestó la "profunda inquietud" del grupo de las ocho economías más avanzadas ante la violencia. De acuerdo con informaciones de la televisión oficial siria, un "suicida terrorista" hizo estallar un automóvil cargado con una tonelada de explosivos. 
Las autoridades dijeron al mismo canal de televisión que un grupo de observadores de la ONU realizó una inspección en el lugar. 
"Inmuebles residenciales e instalaciones públicas y privadas en el lugar del atentado terrorista sufrieron importantes daños", en el barrio de Masaken Ghazi Ayyash, informó la televisión, que mostró imágenes de edificios semidestruidos, vehículos calcinados, un enorme cráter y manchas de sangre sobre la calle. 
La entidad opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) afirmó que el atentado ocurrió en una calle donde están instalados un órgano de inteligencia militar y aérea, así como un hospital militar. 
Casi inmediatamente, la oposición siria imputó al gobierno "la entera responsabilidad" por este ataque así como por "todos los otros atentados criminales" que han sacudido a Siria recientemente. El Consejo Nacional Sirio (CNS, la principal coalición de la oposición) estimó que estos ataques eran una tentativa del régimen de "vengarse" después de fracasar en sus esfuerzos por impedir que los sirios se manifiesten de forma multitudinaria, como ocurrió el viernes. 
Diversos atentados ya sacudieron a Damasco y Alepo (la segunda mayor ciudad del país) en los últimos meses. 
El 10 de mayo, un doble atentado había provocado la muerte de 55 personas en la capital, Damasco. La mayoría de esos ataques fue reivindicado por grupos prácticamente desconocidos, como el Frente Al Nusra.
 En otros puntos del país, la violencia se cobró este sábado 10 muertos, según el OSDH. Siete civiles y dos desertores murieron a manos de las fuerzas de seguridad en todo el país, mientras que hombres armados asesinaron al hermano de un responsable del partido gobernante Baas en la región de Deir Ezzor.
 En Alepo, en el norte del país, una sede del partido Baas fue blanco de un ataque con cohetes, que fue seguido por un intenso combate entre fuerzas de seguridad y grupos rebeldes, de acuerdo con el OSDH. En Idlib, en tanto, insurgentes destruyeron con cohetes un vehículo de transporte de tropas. Los enfrentamientos violentos continúan a pesar de la presencia de unos 260 observadores de la ONU encargados de verificar el cumplimiento de la tregua instaurada el 12 de abril como parte de un plan de paz elaborado por el emisario internacional Kofi Annan.
 El propio Annan debería llegar "pronto" a Siria, de acuerdo con su portavoz. Tres responsables de la ONU estaban este sábado en Damasco. La caótica situación se trasladó al vecino Líbano, donde se registraron intensos combates en Trípoli entre sunitas contrarios a Al Asad y alauitas favorables al gobierno de Damasco. 
Por lo menos 10 personas murieron en esos combates y decenas resultaron heridos, en una situación que llevó al Primer Ministro libanés, Najib Mikati, a criticar por primera vez a Siria de forma abierta. Después de que el embajador de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari, alegó que las regiones libanesas fronterizas se habían convertido en un "nido de terroristas de Al Qaida", Mikati respondió que tales acusaciones "exacerban las diferencias entre los dos países". 
Foto tomada en el Campamento Clark en el distrito de Mandozai, en la provincia de Khost, este de Afganistán el 12 de julio de 2011. Por lo menos 13 personas, incluyendo tres agentes de policía, murieron en un atentado suicida cometido en el sur de Afganistán, informaron fuentes locales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario