Elementos de la policía nacional de Filipinas despeja una carretera cerrada por la caída de varias palmeras luego que el tifón Bopha tocó tierra en la provincia Valle de Compostela, en el sureste .
MANILA, Filipinas (AP) — Al menos 33 civiles y soldados murieron ahogados el martes cuando torrentes de agua de un fuerte tifón descendieron por una montaña, arrastrando a las víctimas y elevando aproximadamente a 40 la cifra de muertos por la tormenta.
El gobernador Arturo Uy indicó que la lluvia por el tifón Bopha se acumuló en la cima de la montaña para luego bajar de golpe a la villa de Andap, en el poblado de New Bataan, de la provincia Valle de Compostela.
Uy dijo que entre las víctimas se encuentran pobladores que habían huido de sus hogares y se habían refugiado en un salón de la villa que terminó inundado. Una camioneta del ejército con soldados y civiles a bordo también fue arrastrada por las aguas.
También en Valle de Compostela, donde prospera la minería de oro, el viento y la lluvia provocaron que un muro de lodo y rocas sepultara una casa, lo que dejó tres niños muertos.
Sus cadáveres fueron envueltos en frazadas y colocados sobre una cancha de básquetbol en el poblado de Maparat.
El tifón, uno de los más fuertes en golpear las Filipinas este año, obligó a más de 50.000 personas a huir de sus poblaciones inundadas.
Bopha golpeó la región de Davao al amanecer, con intensos vientos que arrancaron tejados y una faja de lluvias de 500 kilómetros (311 millas) de ancho que inundó cultivos en tierras bajas.
La tormenta, con vientos de 160 kph (99 mph) y ráfagas de hasta 195 kph (121 mph), derribó árboles, desató deslaves y generó inundaciones repentinas en las montañas y valles de la región.
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