jueves, 14 de febrero de 2013

Atenciòn Mujeres: Gases vaginales

Las situaciones íntimas pueden dar lugar a todo tipo de inseguridades, en parte debido a que nos encontramos expuestos frente al otro, mostramos el cuerpo, la piel y nuestra humanidad de formas diferentes y más jugadas a las que manejamos en nuestra vida cotidiana, y por otra parte, porque muchas veces podemos ser “víctimas” de situaciones naturales que pueden llegar a ser bastante vergonzosas, como por ejemplo, en el caso de las mujeres, frente a lo que se conoce como “gases vaginales”. 

 Prácticamente toda mujer lo ha experimentado o acaso ha conocido la historia de alguna amiga a la que ese sonido traicionero emitido por su propia zona íntima la ha dejado en un estado de vergüenza total ante su compañero sexual. 
Se trata de un proceso natural del cuerpo, algo por lo que no hay que preocuparse ni de lo que hay que avergonzarse, aunque esto último puede llegar a ser sumamente difícil llegado el caso. 
 Los gases vaginales tienen lugar en momentos en los que los pliegues de la vagina se estrechan o contraen en momentos determinados, tales como el sexo o ante posiciones de yoga, por ejemplo, y lo que ocurre es que en su interior dejan contenidos burbujas de aire, encerradas hasta que encuentran una abertura en la piel por la cual escapar nuevamente ante el menor movimiento, el gas se libera y eso explica el sonido. 
 La combinación de pliegues vaginales y el sexo no es la mejor si queremos evitarlos, ya que durante el coito el pene se encarga de empujar bastante aire hacia dentro de la vagina, que queda allí hasta que el pene se retira y la mujer se mueve, liberándolo y generando esos gases sonoros en una o más ocasiones. Hay que tener en cuenta que algunas posiciones sexuales empeoran este mecanismo, por lo que si no se quiere pasar un momento vergonzoso frente a un nuevo compañero sexual, quizás haya que evitar aquellas secuencias en las piernas se abran demasiado, ya que de esa forma se permite que el aire ingrese a la vagina, lo mejor es ir arriba o de costado, para controlar las piernas y la forma en la que ingresa el pene. 
 No hay forma de evitarlo del todo, por lo que en todo caso solamente hay que tomarlo con normalidad y no hacer mayor caso del asunto, ya que en si mismo no se trata de ninguna indiscreción ni de algo desagradable dado que no tiene olor, como ocurre con los gaes intestinales.
 Fuente: Notillano

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