viernes, 29 de julio de 2011

Zapatero acepta adelantar las elecciones al 20-N por el "interés general"

Madrid, 29 jul (EFE).- El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy su decisión de adelantar las elecciones al 20 de noviembre, en contra de la postura defendida hasta ahora de agotar la legislatura, para favorecer el "interés general" e infundir certidumbre y estabilidad a la economía española.
Zapatero, en una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa para hacer balance de su gestión antes del verano, reveló que tenía "pensado y madurado desde hace tiempo" esta decisión, al considerar que "lo natural y razonable" es anticipar los comicios una vez que se aprueben las reformas económicas aún en tramitación.
El líder del PP, Mariano Rajoy, se felicitó por la "buena noticia" y trasladó su petición a los ciudadanos para liderar un "mandato claro y reformista" con una amplia mayoría que tenga como meta salir de la crisis sin hacer nuevos recortes sociales.
Su rival en las urnas, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo compartir "plenamente" las razones esgrimidas por Zapatero para adelantar los comicios, lo que "nunca" le pidió al jefe del Ejecutivo.
Coincidiendo con la bajada del paro en 76.500 personas en el segundo trimestre del año, recogida en la encuesta de población activa (EPA), Zapatero dio a conocer por sorpresa su decisión de convocar las urnas, que le comunicó por teléfono a Rajoy ayer por la noche.
Según Zapatero, la renuncia a agotar la legislatura en marzo no responde a una expectativa electoral, después de que el 'efecto Rubalcaba' haya reducido a siete puntos la distancia con el PP.
Dejó claro que el anticipo es "bueno para la economía" a tenor de los datos que apuntan a un "cierto cambio de tendencia positivo" que, a su entender, "continuará en el futuro inmediato".
Argumentó que la fecha del 20-N tiene como fin que el nuevo Gobierno pueda tomar las riendas del país el 1 de enero con "todas sus facultades" para adoptar las medidas económicas pertinentes.
Esto incluirá la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado, puesto que el Ejecutivo prorrogará los de este año.
Zapatero insistió en que antes de la cita con las urnas, su compromiso es que todas las reformas económicas y sociales en trámite estén aprobadas para poder consolidar el camino del crecimiento y de la recuperación del empleo.
Las Cortes Generales tendrán de plazo hasta el 27 de septiembre, cuando quedarán disueltas, dando paso a una campaña electoral que comenzará el 4 de noviembre.
Sobre la celebración de los comicios el 20-N, una fecha simbólica al coincidir con el día en que murió Francisco Franco, Zapatero se limitó a decir: "Para mí, es una fecha más".
Eludió hacer balance de sus ocho años en Moncloa, aunque sí informó de que no repetirá como diputado.
Poco después de conocerse la noticia, Rajoy compareció ante los medios para felicitarse por el adelanto electoral.
Aunque, a su juicio, es "tardía" la medida, es la que "quería la mayoría de los españoles desde hacía tiempo, el PP también", para huir de la crisis y "mirar el futuro con ilusión", a pesar de la tarea "muy difícil" que espera por delante.
Rajoy manifestó que la despedida de Zapatero es "el caudal de confianza" que necesita España, pero siempre que sea su partido el que gobierne con "la moderación, el diálogo, la verdad y la transparencia" como ejes.
Descartó que si gana el 20-N, no hará más recortes sociales y citó entre sus metas la reducción del gasto, la ayuda a los emprendedores y el cambio del modelo energético.
El líder del PP dijo no estar sorprendido por el adelanto electoral, tras recordar que su partido lo viene preparando desde hace varios meses.
Rubalcaba dijo compartir "plenamente" las razones de Zapatero para no esperar a marzo, lo que "nunca" le pidió, según declaró en una rueda de prensa en la sede de Ferraz.
El candidato socialista se mostró esperanzado en recuperar la confianza de los ciudadanos para "construir una España distinta y mejor".
Su programa será "ambicioso y realista" y pensado para "ganar y gobernar", al tener, según presagió, la sensación de que "los vientos han girado" a tenor de la última encuesta del CIS.
Todos los partidos aplaudieron el adelanto electoral a la vista del desgaste del Gobierno y la necesidad de calmar los mercados.
El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, quien en los últimos meses ha reclamado con insistencia acortar la legislatura, se mostró convencido de que el anuncio da "seguridad y certidumbre" en el plano económico.
El PNV lo consideró "previsible" e "irremediable" ante la falta de "impulso" del Gobierno y porque "la tensión de su partido lo agarrotaba", según su portavoz parlamentario, Josu Erkoreka.
El coordinador general de IU, Cayo Lara, criticó celebrar los comicios sin haber reformado la Ley Electoral, lo que vio como "una estafa para la democracia y los ciudadanos".
También respaldaron el anticipo electoral todos los presidentes autonómicos, entre ellos, el de Canarias, Paulino Rivero (CC), quien lo estimó "acertado" después de que su formación apoyara alguna de las reformas de Zapatero.
La misma postura sostuvieron los sindicatos UGT y CCOO y el dirigente de la CEOE Arturo Fernández, para quien el país había entrado en una etapa de "bloqueo político" que impedía acometer "reformas profundas".
La agencia de medición de riesgos Moody's señaló que convocar las urnas en otoño no resolverá todas las incertidumbres que pesan sobre España, según su vicepresidente del Departamento de Riesgo Soberano, Patrick Esteruelas.
El anuncio de Zapatero no tuvo un efecto balsámico en la prima de riesgo española, que subió por encima de los 350 puntos durante la jornada.

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