Escrito por Marlenys Ferreras
Es notable y alarmante la presencia de adolescentes en clubes nocturnos y otros lugares donde se despacha y se consume alcohol, un problema que atañe no solo a la familia, sino a la sociedad en general, que también se ve directamente afectada con la situación.
La ley 136-03 o Código de Protección del menor, condena el expendio de bebidas alcohólicas a menores de 18 años, reglamento que en muchos establecimientos es violentado.
Han cesado los operativos de la Procuraduría General de la República, que ordenó a todos todas las fiscalías el cierre y apresamiento de los propietarios de negocios que infringieran la disposición.
"Si se verifica la presencia de niños, niñas y adolescentes en esos establecimientos, los miembros del Ministerio Público participantes procederán a levantar un acta contentiva de los detalles de su actuación, clausurando esos locales y retirando a los menores de edad del lugar, los cuales serán entregados a sus padres o tutores”, expresó el procurador Radhamés Jiménez cuando dispuso la medida.
Sin embargo, pese a esa y todas las providencias que se han tomado para frenar la problemática, muchas discotecas, bares, colmadones y billares, continúan permitiéndoles el acceso a los menores.
Avisos como, “Prohibida la venta de bebidas alcohólicas a menores, Ley 136-03” y la solicitud de la cédula de identidad en la entradade negocios de venta de bebidas, no son suficiente.
Es cuestión también de responsabilidad de los padres, muchos de los que por las razones que sea, permanecen aislados, ignorantes de lo que hacen sus hijos, con quienes se juntan y qué lugares frecuentan.
“El asunto debe ir más allá de un simple letrero en una puerta o de exigir una identificación para evitar que se siga propagando esa contrariedad, Muchos muchachos llegan a utilizar farsas identificaciones para penetrar a los lugares donde se les prohíbe por su edad.
Los papás y la familia juega un rol de suma importancia en este asunto”, indica el sociólogo Luis Ventura.
Ventura recuerda que ser padres es asumir el compromiso de formar con buenos valores y que la descomposición que existe en la sociedad es a causa de la mala educación que se brinda en el hogar.
Son muchos los peligros a los que se exponen los adolescentes que frecuentan los centros de diversión destinados a adultos, algunos se han visto envueltos en disturbios en los que han perdido hasta la vida, como el Caso de Jeffrey Castro, de 17 años, quien fue apuñalado por otro joven luego de una discusión en un colmadón del sector Las Caobas en Santo Domingo Oeste.
Marlenys Ferreras Cortesia de www.clickdemipais.com
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