Redacción Deportes EE.UU., 21 abr (EFE).- El enfrentamiento entre el presidente del sindicato de jugadores de la NBA, Derek Fisher, y el director ejecutivo de la misma organización, Billy Hunter, alcanzó el punto máximo cuando el comité ejecutivo votó por unanimidad (8-0) que el veterano base dejase su cargo.
El sindicato en un comunicado hecho público el viernes por la noche en su cuenta de Twitter informó de que el comité ejecutivo votó el miércoles a favor de manifestar que había perdido la confianza en la capacidad de liderazgo de Fisher.
La declaración asegura que la decisión se basó en que, "en numerosas ocasiones durante los últimos seis meses, Fisher se involucró en una conducta perjudicial para el sindicato".
El sindicato fue más explicito sobre los motivos del rechazo a la gestión de Fisher y dijo que su actuación había ido contra los intereses de los jugadores durante la pasada negociación colectiva.
"Se negó a seguir la Constitución del sindicato y no defendió las responsabilidades como presidente", destaca el comunicado.
El veterano jugador, que el pasado mes de marzo fichó por los Thunder de Oklahoma City, después de haber ganado cinco títulos de liga con los Lakers de Los Ángeles, y lleva como presidente del sindicato desde el 2006, respondió con otro comunicado en el que se niega a dimitir y además urge a los profesionales a que se revisen las finanzas de la organización que los representa.
"Personalmente y otros muchos compañeros nos sentimos muy desilusionados con el Comité Ejecutivo", destacó Fisher en su comunicado.
Y añadió: "La petición de mi dimisión y la necesidad de proteger a los directivos del sindicato sólo buscan su propio interés y no el de proteger y servir a los profesionales que nos eligieron, algo muy desafortunado".
El enfrentamiento entre Fisher y Hunter quedó escenificado varias veces durante el pasado proceso de negociación colectiva con los dueños de los equipos, que al final volvió a ser un acuerdo que decidieron -como siempre han hecho- el comisionado de la NBA, David Stern, y el propio Hunter.
Fisher no tiene previsto dimitir y ha pedido a los representantes de los jugadores de cada equipo que soliciten una investigación independiente sobre el manejo de las finanzas del sindicato.
De acuerdo a varias fuentes cercanas al asunto, el presidente del sindicato está preocupado, por ciertas indicaciones, por que Hunter hubiera utilizado los fondos de los jugadores sin la aprobación del comité ejecutivo.
Hunter ha respondido que ya existe una auditoría regular interna y, por lo tanto, la sugerencia de Fisher era reiterativa y considerada como un ataque personal a su liderazgo.
El director ejecutivo del sindicato ha conseguido que el comité ejecutivo rechace la solicitud hecha por Fisher y además haya votado de forma unánime (8-0) para que deje el cargo.
Algo que a lo que Fisher no está dispuesto a aceptar y además en el comunicado rechazó de forma categórica todas las acusaciones que se hacen en su contra.
"Las acusaciones que se hacen contra mi persona son difamatorias", destacó Fisher. "Por lo tanto, urjo a nuestros miembros del sindicato para que ordenen una investigación independiente que pueda mostrar de una manera concluyente si hay algún asunto que no esté claro con relación al manejo de las finanzas de la organización", concluyó.
El enfrentamiento entre Fisher y Hunter ha llegado en la recta final de un temporada reducida a 66 partidos, que no ha permitido a los jugadores tener un mínimo de descanso entre encuentros y que ha generado graves lesiones.
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