Soldados de Sudán del Sur atraviesan la ruta principal de Heglig, el 15 de abril de 2012
AFP Sudán del Sur aseguró este sábado que continuaba con su retirada del campo fronterizo petrolero de Heglig, aunque continuaba negando que hubiese sido expulsado por las fuerzas de Sudán, al tiempo que el presidente estadounidense Barack Obama instaba a ambas partes a retomar las negociaciones.
"Nuestras tropas continúan retirándose (de Heglig), esto llevará tres días", afirmó a la AFP el ministro de Información sursudanés, Barnaba Marial Benjamin, y desmintió una vez más que la retirada estuviese motivada por la acción de las tropas de su vecinos del norte.
La retirada responde "a los llamados del Consejo de Seguridad de la ONU y de otros", como la Unión Africana y Estados Unidos, quienes en los últimos días multiplicaron los llamados a Juba para que se retirase de esta zona petrolera.
La zona fronteriza de Heglig, motivo de reivindicación por ambos países, tiene gran valor estratégico ya que aseguraba -al menos hasta que la tomaron las tropas sursudanesas hace 10 días- la mitad de la producción de petróleo del norte.
Desde la partición del país en dos, en julio de 2011, Sudán ha perdido tres cuartas partes de sus reservas de crudo, situadas en el sur.
La zona es escenario de enfrentamientos sin precedentes entre las fuerzas de ambos países desde finales de marzo, con frecuentes bombardeos sudaneses y enfrentamientos con artillería pesada.
A partir del 10 de abril, la situación se agravó cuando las fuerzas del sur se hicieron con el control de esta zona, dando paso a un escenario cercano al de una nueva guerra.
El Norte y Sur del país ya protagonizaron una guerra entre 1983 y 2005, que ocasionó dos millones de muertos y que acabó con la firma de los tratados de paz en 2005 que dieron pie a la partición de Sudán en julio pasado.
El ejército de Sudán anunció el viernes que había recuperado el control de Heglig. "Nuestras tropas han podido liberar la ciudad de Heglig por la fuerza, y se apoderaron de ella", anunció en Jartum el ministro sudanés de Defensa, Abdelrahim Mohammed Hussein.
El presidente sursudanés, Salva Kiir, anunció también que había ordenado la retirada de sus tropas de Heglig, según un comunicado presidencial, que precisó que la medida estaba motivada por la presión internacional.
Por la noche, sin embargo, el portavoz del ejército sursudanés, el coronel Philip Aguer, aseguró a la AFP que sus tropas seguían en Heglig y que estaban siendo bombardeadas por la aviación sudanesa.
El portavoz del ejército sudanés, Sawarmi Jaled Saad, informó que los combates acabaron este sábado.
Era muy complicado saber la situación real en el terreno.
El sábado, Jartum anuló un desplazamiento de periodistas con el argumento de aún no podían aterrizar aviones en el aeropuerto de Heglig.
A 60 km al sur, Peter Gatkuth, director del hospital de Bentiu, capital del estado sursudanés de Unity, calificó este sábado de "relativamente estable" la situación en la zona.
"Ayer (viernes) por la noche, un Antonov (modelo utilizado por la aviación sudanesa) lanzó bombas en una zona llamada Lalop. Recibimos cinco heridos el viernes y otros cinco esta mañana", explicó.
Lalop se encuentra a 30 km al norte de Bentiu, muy cerca de la frontera.
El presidente estadounidense Obama aumentó la presión sobre Jartum y Juba al instar el viernes a ambas partes a poner fin a los combates e formular un llamado a que los líderes de los dos países mantengan negociaciones directas para resolver el conflicto.
Soldados de Sudán del Sur atraviesan la ruta principal de Heglig, el 15 de abril de 2012.
Sudán del Sur aseguró este sábado que continuaba con su retirada del campo fronterizo petrolero de Heglig, aunque continuaba negando que hubiese sido expulsado por las fuerzas de Sudán, al tiempo que el presidente estadounidense Barack Obama instaba a ambas partes a retomar las negociaciones.
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