El detective de la policía del condado de Anoka, Mike Lapham, dijo que Nick Beheng, oriundo de Minnesota de 31 años de edad, estaba lanzando el sábado fuegos artificiales con un tubo de mortero portátil cuando uno salió disparado erradamente.
Lapham dijo que el dispositivo pirotécnico salió disparado por el fondo del tubo, directamente hacia el pecho de Beheng.
El hombre fue llevado de emergencia al hospital Regions de St. Paul, donde los cirujanos llamaron a la brigada antibombas.
El sargento de la policía Paul Paulos dijo que la unidad antibombas permaneció en la sala de espera mientras el explosivo era extraído, y luego lo llevaron a un búnker en sus instalaciones de práctica en Rosemount.
Paulos dijo que el artefacto era del tamaño de un tubo de cartón para toallas de papel y era capaz de salir disparado más de 100 metros hacia arriba.
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