Miami, 26 jun (EFE).- Las víctimas del tráfico humano y de la explotación sexual tienen ahora un lugar en Miami que les ofrece oportunidades de capacitación y de crear vínculos con la comunidad para reinsertarse en la sociedad.
El "Life of Freedom" es el primer centro ambulatorio de su tipo en esta ciudad, en la que convergen traficantes internacionales y locales que utilizan a inmigrantes de diferentes países para prostitución, trabajos agrícolas y labores domésticas forzadas.
"Miami tiene una imagen de ser un paraíso del sexo inmoral (...) tenemos pandillas de rusos y como dos pandillas locales que están activamente involucradas en ese negocio ilegal", dijo a Efe el fundador de la organización SOL.Media Network and Resources, Inc, Jorge Veitia.
Para ayudar a las víctimas de los traficantes se inaugura hoy el centro que atenderá entre 20 a 25 personas al año en los talleres de capacitación y que les brindará oficinas donde pueden reunirse con sus abogados y otros profesionales.
El centro, una iniciativa de Veitia, proveerá un programa gratuito de entrenamiento desarrollado por Fields of Hope (FOH), una organización de rehabilitación y entrenamiento, con sede en Asheville, Carolina del Norte.
FOH, que es una organización filial de On Eagles Wings que ayuda a víctimas de contrabando humano, ofrece una beca de tres meses para sobrevivientes con edades entre 16 y 25 años, que suministra un estipendio monetario.
"Cuando la víctima aprende a trabajar en EE.UU. y conducir negocios, la estamos protegiendo de no volver a caer en las redes de los traficantes.
Algunas personas retornan a ese mundo porque no tienen familia, ni personas que las apoyen, ni trabajo, nada", explicó Veitia.
Es esencial, resaltó, iniciar de inmediato un proceso de reinserción una vez que la víctima ha sido rescatada o ha logrado escapar y acudir a las autoridades a denunciar su situación.
Tras ese primer paso tiene que ingresar a programas especiales que ofrecen otras entidades públicas y privadas, y después de ello asistir a "Life of Freedom".
Veitia relató a Efe el caso de una joven que luego de ser rescatada tenía el poder para iniciar una nueva vida, pero al cumplir los 18 años perdió todas las protecciones que se brindan a un menor.
Sólo conocía a traficantes, careció de opciones para obtener un trabajo, un sitio donde vivir y hasta tuvo un hijo con uno de esos delincuentes.
"Su opción era vivir en la calle o con el primer hombre que le ofreciera casa.
Eso es lo que estamos tratando de cambiar aquí en el centro, queremos ofrecer una oportunidad a las víctimas", dijo.
Apuntó que el centro "entra en la vida de los sobrevivientes" cuando han ingresado a programas orientados a su rescate, "no somos un lugar de terapia, sino de crear las relaciones de las víctimas con personas de la comunidad" que las ayudarán a emprender su nueva vida.
Aclaró que tampoco se trata de un programa social, sino uno comunitario de capacitación en el que participan voluntarios debidamente entrenados para entender el impacto que ha tenido en la vida de las personas el ser víctimas de la "esclavitud moderna".
"El punto es que la persona que entra en el centro en un año tendrá relaciones con la comunidad y apoyo para vivir su vida de manera libre", afirmó.
Es necesario que las víctimas aprendan a trabajar si se trata de una joven y si es una niña "debe saber cómo regresar al colegio porque durante su cautiverio nunca ha pasado una noche con un hombre de menos de 10 años de edad".
Florida es el tercer destino más popular de Estados Unidos para la "esclavitud moderna" y las autoridades aseveran que el tráfico humano se ha convertido en un serio problema debido a la creciente población, a la ubicación geográfica del estado y al gran número de turistas que recibe cada año.
El contrabando de personas para la explotación laboral y el tráfico de menores para fines sexuales a nivel local son los que predominan en el estado, de acuerdo con un informe del Centro para la Promoción de los Derechos Humanos de la Universidad Estatal de Florida (CAHR).
Según el CAHR los dos sectores de la economía donde el trabajo forzado parece prevalecer más son el área agrícola y el turismo.
El centro atenderá entre 20 a 25 personas al año en los talleres de capacitación y les brindará oficinas donde pueden reunirse con sus abogados y otros profesionales. EFE
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