Los adolescentes felices gozan de una mejor salud

Imagen cortesia de SXH.hu

( www.neomundo.com.ar ) Una sonrisa frecuente quizás sea la clave de la salud en los adolescentes. Las emociones y estados de ánimo positivos, así como la satisfacción con la propia vida, parecen ser más importantes que la ansiedad y la depresión para predecir la salud física de los jóvenes. 

A dichas conclusiones llegó un equipo de la Universidad de Florida del Sur (Estados Unidos). 

Los investigadores explicaron que, al día de hoy, las investigaciones se enfocaron en el efecto de la mala salud mental sobre el estado físico, un enfoque que consideran insuficiente ya que no tiene en cuenta la sensación de bienestar de los adolescentes.

 Por ese motivo analizaron tanto las emociones positivas como las negativas, y concluyeron que “el estudio subraya la importancia de considerar el efecto positivo de una buena salud mental en los jóvenes. 

El bienestar subjetivo es un factor significativo para predecir la salud física y se asocia más directamente que la psicopatología con el funcionamiento físico”. 

Las conclusiones fueron publicadas en Applied Research in Quality of Life. Alegría y salud Los investigadores trabajaron con 401 adolescentes que respondieron preguntas sobre la satisfacción con su vida.

 Los jóvenes explicaron si recientemente se sintieron entusiasmados, fuertes u orgullosos, o por el contrario si los había agobiado la soledad, la culpa y la tristeza. Los autores también analizaron sus sentimientos ansiedad, depresión y agresividad, así como su salud física.

 Emily Shaffer-Hudkins, la autora principal, dijo que la buena salud física se relaciona directamente con la satisfacción con la vida y con los sentimientos de entusiasmo, fuerza y orgullo.

 Los jóvenes que admitieron sentirse solos, culpables, ansiosos y deprimidos tenían más posibilidades de tener una peor salud. 

Por ese motivo los investigadores consideran que tanto las emociones negativas como las positivas deben ser consideradas al hacer un mapa de la salud mental de los jóvenes, y tener todo esto en cuenta al considerar su salud física.

 Shaffer-Hudkins espera que su trabajo ayude a identificar a los adolescentes cuya salud está en riesgo y a diseñar estrategias de intervención apropiadas.