lunes, 3 de septiembre de 2012

Mejía califica de preocupante los hechos delincuenciales y la criminalidad en el país.

Descargar IMG-20120903-00011.jpg (221.2 KB)Por Jesùs Camilo
El ex presidente Hipólito Mejía consideró como alarmante y de preocupación el incremento de la criminalidad y la delincuencia en el país, al considerar que pese a su crecimiento “el problema se le ha ido de la mano” a las autoridades. 

Mejía acudió hoy a la Funeraria Blandino a expresarle sus condolencias a la familia Hernández, por la muerte a puñaladas del joven José Carlos Hernández, hijo de la comunicadora María del Carmen Hernández y el fenecido merenguero Jochy Hernández, el joven de 23 años fue ultimado por varios individuos la madrugada del domingo en una Discoteca de la capital.
 Conmocionado por el hecho, el ex mandatario sostuvo que las políticas de prevención en términos de seguridad ciudadana han fracasado, y que a su juicio, esto permite que los hechos incrementen.
 Dijo que las estadísticas de república dominicana en términos de violencia y criminalidad superan a otros países de América Latina. Hipólito Mejía calificó como brutal el asesinato del joven José Carlos Hernández, al señalar que recibió “cuchilladas al por mayor” A su vez, el abogado y defensor de los Derechos Humanos, Domingo Porfirio Rojas Nina condenó el hecho y lo describió como abominable, cometido con premeditación, alebocía y asechanza.
 Mientras el dirigente político, Tito Hernández, tío de la victima pidió a las autoridades llegar hasta el fondo de las investigaciones, para que los responsables paguen por sus actos.
 Por el hecho guardan prisión los nombrados Miguel Ángel Bautista, alias (Bola) de 25 años, Josaia Benjamín Mota Lorenzo (El niño) y Máximo Darwin Almanzar (wari), a quienes se le conocerán medidas de coerción en las próximas horas.
 Mientras que la policía identificó a los prófugos, solo conocidos como Mancebo, Dominic y prototipo, a quienes les exhortó entregarse por la vía que entiendan pertinente para evitar confrontaciones con agentes del orden que lo persiguen.

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