En esta imagen difundida en la madrugada del sábado 1 de diciembre de 2012 por la oficina de prensa del presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, el mandatario saliente Felipe Calderón.
MEXICO (AP) — Enrique Peña Nieto se disponía el sábado a tomar formalmente posesión como nuevo presidente de México en el Congreso, en una jornada en la que manifestantes y policías federales se enfrentaron fuera del recinto y legisladores izquierdistas protestaron dentro con gritos y pancartas.
Tras iniciar la sesión en la Cámara de Diputados, legisladores de oposición colocaron una manta en un costado del interior del recinto en la que se leía "Imposición consumada, México de luto".
Antes, cientos de personas opuestas al nuevo presidente, algunas con el rostro cubierto, derribaron algunas de las vallas metálicas colocadas en el perímetro alrededor de la Cámara de Diputados e incluso lanzaron bombas molotov y petardos de fabricación casera hacia donde elementos de la policía federal se encontraban en resguardo.
En respuesta, policías federales lanzaron gas lacrimógeno y agua contra los manifestantes.
Jorge Flores, subdirector de información de la policía de la ciudad de México informó a The Associated Press que al menos dos personas resultaron heridas, un manifestante y una fotógrafa, mientras un periodista de la AP vio a un policía lesionado con el rostro ensangrentado.
El funcionario rechazó versiones de que el manifestante hubiese fallecido y dijo que está grave con una herida en el ojo.
"¡México sin PRI! (Partido Revolucionario Institucional)" y "¡No a la imposición!", gritaban varios de los manifestantes.
La policía utilizaba extintores para apagar el fuego causado por las bombas molotov lanzadas hacia las barricadas.
Peña Nieto tiene previsto llegar a la Cámara de Diputados para recibir de manos del presidente saliente Felipe Calderón la banda presidencial que marcará formalmente el cambio de poderes en el país, aunque en los primeros minutos del sábado se dio una ceremonia privada en la que el nuevo mandatario recibió el mando del Poder Ejecutivo.
Mientras afuera del recinto legislativo continuaban las protestas, dentro inició la sesión donde los distintos partidos manifestarán su posición sobre el cambio de poderes previo a la llegada de Peña Nieto y Calderón.
El diputado Ricardo Monreal, del partido izquierdista Movimiento Ciudadano, criticó el regreso del PRI.
"Una palabra resume lo que hoy 1 de diciembre se inicia en el país: la restauración, la vuelta al pasado", dijo Monreal, que fungió como jefe de campaña del candidato presidencial izquierdista Andrés Manuel López Obrador, segundo en la elección presidencial del 1 de julio.
Legisladores izquierdistas levantaron pancartas para criticar tanto al mandatario saliente como al entrante.
"Entregas silla bañada de sangre", se leía en una de las pancartas con la imagen de Calderón, quien durante su mandato hizo de la lucha contra el crimen organizado una prioridad y desplegó a miles de fuerzas federales, aunque no se tradujo en una reducción de la violencia que dejó miles de muertos.
"Candidato del telepromter", "Candidato de Televisa", se leía en otras mantas en referencia a Peña Nieto, quien es visto por sus críticos como alguien favorecido por la principal televisora del país y una persona que tiene dificultades para improvisar.
Luego de la ceremonia en la cámara baja, el presidente se trasladará al Palacio Nacional en el corazón de la ciudad de México para dar un mensaje y posteriormente irá a un campo militar junto a la residencia presidencial para saludar a las fuerzas armadas.
Peña Nieto también tiene previsto ofrecer un almuerzo a los invitados al cambio de poder, entre quienes están el presidente colombiano Juan Manuel Santos; el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el príncipe Felipe de España.
El PRI, que dirigió a México durante siete décadas, regresa al poder con un presidente de una nueva generación para gobernar a un país que ha cambiado considerablemente en los 12 años en que el partido no ejerció la presidencia.
Peña Nieto juramentará al cargo después de hacer campaña como el rostro de un nuevo Partido Revolucionario Institucional, que se ha declarado arrepentido y renovado tras ser sacado de la presidencia en las elecciones de 2000. El PRI gobernó durante 71 años con una amalgama de dádivas populistas, sobornos y elecciones manipuladas.
Peña Nieto ha prometido gobernar democráticamente y en forma transparente. Pero sus primeras disposiciones, incluso antes de la toma de posesión, evidenciaron un sólido vínculo con el pasado.
En su gabinete anunciado el viernes recurrió a la vieja guardia, así como a nuevos tecnócratas para que lo acompañen en el gobierno.
Peña Nieto ofreció hacer del crecimiento económico y de la generación de empleos el eje de su gobierno, con Luis Videgaray --su confidente de mucho tiempo y coordinador de su campaña-- como un eje para lograrlo.
Videgaray, un economista de 44 años con un doctorado del Instituto Tecnológico de Massachusetts, será el nuevo secretario de Hacienda.
Miguel Angel Osorio Chong, ex gobernador estatal de 48 años conocido como un operador político y forjador de acuerdos, fue nombrado secretario de Gobernación (Interior), cargo que tendrá una participación fundamental en los asuntos de la seguridad.
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