¿Quieres saber si alguien ha vertido droga en tu copa o en la taza de café que estás a punto de beberte? La compañía DrinkSavvy acaba de desarrollar una tecnología que, incorporada en el material con el que se fabrican los vasos, experimenta un cambio de color visible cuando detecta alguna droga en su contenido.
Aunque desde la empresa advierten que aún tienen que perfeccionarlo para poder incorporarlo a todo tipo de recipientes y contenedores de bebidas, incluyendo latas y botellas, auguran que el invento podría poner fin con un fenómeno cada vez más común en Estados Unidos que consiste en drogar a personas en un bar o un club agregando una sustancia inductora del sueño a su bebida que facilita la posterior agresión sexual y violación.
Aproximadamente una de cada cuatro violaciones se realizan gracias al uso de drogas. Tanto el GHB como el Rohipnol se han usado para facilitar las llamados “ataques sexuales asistidos por drogas” durante una cita.
Estas sustancias suelen ser incoloras, insípidas e inodoras, y se pueden agregar a bebidas y hacer que la víctima las ingiera sin darse cuenta.
Cuando se mezcla con alcohol, el Rohipnol puede incapacitar a la víctima e impedirle que se defienda.
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