miércoles, 13 de marzo de 2013

Católicos argentinos celebran misa por papa

Paola La Rocca celebra en el interior de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires luego de enterarse de que el arzobispo argentino Jorge Bergoglio fue elegido como papa el miércoles 13 de marzo de 2013. (Foto AP/Víctor R. Caivano)
Paola La Rocca celebra en el
 interior de la Catedral
Metropolitana de Buenos Aires
 luego de enterarse de que
 el arzobispo argentino
Jorge Bergoglio fue elegido como papa
BUENOS AIRES (AP) — La catedral metropolitana de esta ciudad, que el miércoles celebraba una misa por el papa Francisco, se encontraba abarrotada de fieles de todas las clases sociales, edades y orígenes, que acudieron a orar luego de que el Vaticano nombrara al ex cardenal argentino, Jorge Mario Bergoglio como el primer líder de la iglesia Católica que es jesuita y latinoamericano.
"Francisco, Francisco", gritaron los fieles católicos que allí se congregaron, antes de que se diera inicio a la ceremonia litúrgica.
 Entonces, un sacerdote tomó la palabra y dijo: "Habemus papam, cardenal Jorge Mario Bergoglio, viva el papa". Al instante, se produjo un estallido de felicidad, aplausos y gritos. Sacerdotes de la catedral dijeron que no veían el recinto así de lleno desde hace varias décadas.
 El obispo Joaquín Sucunza, Pro Vicario General de la Arquidiócesis de Buenos Aires, ofició la ceremonia litúrgica en la catedral. "Uno tiene que pellizcarse, hay momentos sublimes en la vida", dijo a la numerosa audiencia. "No sé qué decirles, lo trascendental sucede en otro lado. 
Esta es una oración por la alegría de un pastor cercano a nosotros. También por la tarea que le espera en un mundo complejo". Las miradas de los feligreses, como la de como Nélida Bedino, jubilada de 85 años, brillaban de orgullo y emoción. "Soy anciana, me cuesta moverme pero hoy tenía que venir", dijo. "Como católica y argentina doy gracias a Dios por darme vida para ser testigo de este acontecimiento". 
En las afueras de la iglesia, un millar de personas, en su mayoría de grupos católicos, seguían la misa que era transmitía por parlantes al tiempo que blandían banderas argentinas, del Vaticano y otros cargaban con imágenes de la Virgen de Luján, patrona de Argentina.
 La presidenta del país, Cristina Fernández, viajará el 19 de marzo al Vaticano para asistir a la primera misa de su compatriota Jorge Bergoglio como papa, y le envió al nuevo pontífice Francisco cálidas felicitaciones en una carta, a pesar de sus profundas diferencias políticas. 
Bergoglio y Fernández se han enfrentado tan frecuentemente que el biógrafo oficial de él, Sergio Rubín, los considera como el "agua y aceite". 
Cuando Bergoglio pidió a los parroquianos unirse a la campaña que llamó "guerra de Dios" contra el matrimonio entre homosexuales, ella comparó el tono del líder de la Iglesia argentina al usado durante la Edad Media y la Inquisición. Con el apoyo de ella, Argentina se volvió el primer país en América Latina en legalizar las uniones gay en 2010.
 Pero el miércoles el vocero presidencial Alfredo Scoccimarro informó que la presidenta "va a ir a la asunción, que no les quepa ninguna duda". En su carta abierta, la mandataria expresó a "Su Santidad, mi consideración y respeto" y le deseó una "fructífera tarea pastoral desempeñando tan grandes responsabilidades en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y de la paz de la humanidad".
 "Como cardenal (el nuevo papa) ha vivido peleando con Cristina Kirchner", dijo Fernando Altemeyer, teólogo y profesor de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo.
 "Eso es una señal interesante, muestra que él lee la realidad de una manera diferente del populismo kirchnerista y de la manera en que Cristina ve el mundo. En unos temas asume posturas más dentro de la iglesia; más conservador. Pero en otras tal vez asume posturas más progresistas, de preocupación por los pobres". "El mismo tiene una posición personal interesante. Anda en autobús, hace su propia comida", agregó Altemeyer.
 "Los jesuitas hacen voto de pobreza, pero él es cardenal y no tiene que hacer las cosas así, pero su tendencia personal es diferente a la de los obispos burgueses. Tiene una tradición cultural vasta, viene del mundo de la química, caminó por la psicología, fue profesor.
O sea, dialoga con la cultura, esa es una de las cualidades de los jesuitas, de insertarse en el mundo universitario con gran facilidad". Horas antes del nombramiento, el entusiasmo y la felicidad se habían apoderado de los católicos del mundo especialmente de los argentinos que derramaron lágrimas al conocer que el Vaticano nombró como papa a su cardenal. 
Se trata también del primer papa no europeo. Su nombre papal es Francisco, dijeron voceros del Vaticano. "Estábamos rezando por el cónclave cuando nos enteramos", de la noticia de la elección papal, dijo Ana María Pérez, 60 años, vicepresidenta de la organización religiosa Acción Católica Argentina.
 "Bergoglio es sinónimo de caridad y misión. Él no llama a salir a evangelizar a la calle, él va a ser el papa de la calle". 
Quien fuera el vocero del que hoy es papa, Guillermo Marcó dijo que "en contadísimas ocasiones usó un auto con chofer... sus opciones de vida siendo cardenal han sido seguir haciendo una vida normal, común". "Es un gran admirador de Borges", dijo Marcó. 
"Es argentino pero sobre todo porteño (de Buenos Aires)". Varios sacerdotes del arzobispado de Buenos Aires consultados por la AP describieron al papa como una persona que se levanta a las 4:30 am e inicia sus labores a las 7 am. Dijeron que sólo toma mate con sus amigos, que es hincha del club de fútbol San Lorenzo de Almagro, que cuando viajó a Roma, en esta ocasión, lo hizo en clase de turista, y que no le gusta viajar Fuera del español, habla italiano, alemán, lee inglés y conoce algunas palabras del dialecto indígena guaraní, de Paraguay y del norte de Argentina, según los sacerdotes.
 El obispo Sucunza que dijo conocer a Bergoglio hace 13 años, cree que lo que más le va a costar al nuevo papa es acostumbrarse a la exposición pública y a estar hablando permanentemente a los medios de comunicación. 
"Jorge nunca creyó que iba a ser papa, ni siquiera cardenal, por eso llegó a ser papa", dijo Hugo Bergoglio, primo hermano del papa Francisco, al canal de noticias por cable TN. "Tengo una gran alegría por familiar y por argentino.
 Es un hombre que en donde esté siempre va a hacer el bien... es un hombre de buen espíritu. Le va a hacer un enorme bien a la iglesia. Es un humilde natural y un pastor".
 A cuentagotas y horas después del nombramiento, los fieles bonaerenses acudieron a la catedral, donde centenares de católicos entraban y salían luego de orar. Algunos creyentes rezaban el rosario y algunas cámaras de televisión hacían presencia mientras algunos conductores hacían sonar las bocinas de sus carros. 
A esas horas, las doscientas personas que estaban afuera de la catedral gritaban "ole, ole ola, Francisco es un sentimiento que no puedo parar"; un cántico clásico de las hinchadas de fútbol al que le insertaron el sustantivo papal.
 La multitud también gritaba consignas como "viva el papa", "Argentina", "si esta no es la iglesia, ¿la iglesia dónde está?", y "esta es la juventud el papa". En el recinto religioso, entre tanto, se rezaba sin cesar la oración del Padrenuestro y la gente aplaudía cada que se recordaba la designación papal del ex cardenal. "Bergoglio conoce la realidad de América Latina a fondo", dijo María Luján, una monja de 48 años y misionera que trabaja en los barrios pobres de Paraguay. "Los anteriores papas decían que éste era el continente de la esperanza. Ahora nos toca no defraudar las expectativas". 
Pese a que en esos momentos los bonaerenses salían de las oficinas, la vida rutinaria de la ciudad transcurría sin mayores interrupciones o tropiezos. De cerca, una decena de policías custodiaban la zona donde está ubicada la catedral. "Las grandes virtudes de Bergoglio son la sencillez y la inteligencia", dijo Eduardo García, obispo de la catedral de Buenos Aires.
 "Para nosotros es una gracia muy grande, él ya había sido una gracia muy grande para nosotros en la catedral de Buenos Aires... tiene un peso moral muy grande, estamos orgullosos de él como pastor y que él pueda hacer el bien que nos ha hecho a nosotros a toda la Iglesia universal, nos llena de alegría". El entusiasmo también provocó que el servicio de telefonía celular de algunas compañías colapsara con un desborde de llamadas y mensajes. El ex vocero Marcó dijo que veía al nuevo papa "muy feliz... no lo esperaba, realmente fue increíble. Yo creo que tiene una alegría profunda. Me tuve que pellizcar, no lo podía creer". El sacerdote Jorge San Martin, vicario de la catedra, dijo que el papa Francisco "es un hombre con una inteligencia superior, capacitado para el cargo. Busca la cercanía. Yo creo que su desafío es la inclusión en el sentido más amplio".
 La Virgen favorita del papa, según el vicario, es la de Santa Teresita del Niño Jesús, quien dijo que cada que viene a la catedral visita la tumba de su mentor, el cardenal Antonio Quarracino, ex arzobispo de Buenos Aires. Martha Ruiz, 60 años, portera de un edificio aledaño a la catedral metropolitana, se emocionó y lloró cuando conoció la noticia.
 "Es increíble, he participado en muchas reuniones y trabajé en Caritas (organización de la iglesia católica)", dijo Ruiz al asegurar que conoció al nuevo papa en dicha entidad.
 "Es un hombre que transmite mucha serenidad". Mientras intentaba enviar mensajes de texto sobre la noticia a través de su teléfono, Graciela Dávalos dijo que se encuentra " muy contenta... primero porque es de la orden jesuita y su persona siempre se ha destacado como con muy buen criterio". 
Bergoglio es "una persona que transmite mucha tranquilidad y que tiene una capacidad para conducir la iglesia", añadió Pérez, la activista de Acción Católica Argentina. Otra de las mujeres que rezaba con Pérez, Paola La Roca, de 62 años, dijo, "qué Dios bendiga a Francisco I.
 La Argentina se lo merece, tenemos un papa argentino". Los vendedores ambulantes también se apostaron en las afueras de la catedral y ofrecían banderas vaticanas y argentinas.
 "Tengo que aprovechar este momento histórico para darle de comer a mi familiar", dijo Juan Carlos Alarcón, de 58 años, al afirmar que fabricó las banderas apenas se enteró del nombramiento. Las banderas cuestan alrededor de dos dólares.

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