TOKIO.- Las autoridades japonesas han logrado bombardear toneladas de agua por primera vez para llenar las piscinas de combustible de la central de Fukushima a través de helicópteros y camiones cisterna militares, aunque el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha subrayado que la situación sigue siendo "muy seria". De hecho, las primera señales sobre el éxito de esta operación no son positivas, ya que la agencia nuclear nipona ha confirmado que tendrá que seguir tirando agua desde el aire el viernes al reactor 3, el que más preocupa actualmente y que contiene plutonio, ya que desconoce si el agua ha cubierto totalmente el combustible.
Mientras que la empresa propietaria de la planta, Tokyo Electric Power (Tepco), ha adelantado que se aprecia humo blanco o vapor saliendo de otro reactor con problemas, el número 2.
A su salida desde Viena rumbo a Tokio el director general del OIEA, el japonés Yukiya Amano, ha subrayado que la situación sigue siendo muy seria y que le gustaría visitar la central de Fukushima para ver de primera mano la situación.
Treinta toneladas
Durante la mañana del jueves, cuatro helicópteros militares han liberado alrededor de 30 toneladas de agua, todas sobre el reactor 3. Además, camiones cisterna militares han bombeado hacia la piscina después de que un equipo anterior tuviese que retirarse por la alta radiación.
Los vehículos del Ejército, a diferencia de los otros, pueden arrojar agua a un objetivo sin necesidad de que los soldados se vean obligados a salir de la cabina, por lo que su seguridad sí queda garantizada al no exponerse a la radioactividad.
Otros cinco tanques del Ejército han sido enviados a la central con 30 toneladas de agua. La principal preocupación es que las barras de combustible del reactor 3, que es el contiene plutonio, se fusionen.
Japón afronta su peor crisis desde la II Segunda Guerra Mundial tras el terremoto de magnitud 9 y el devastador tsunami del pasado viernes.
El Gobierno ha explicado que la operación terrestre estaba prevista para el miércoles, pero tuvo que ser suspendida por los altos niveles de radiación registrados.
De hecho, desde Estados Unidos la Comisión Regulatoria Nuclear (el máximo organismo de ese país en lo referente ha energía nuclear) ha apuntado que la radiación que están recibiendo los trabajadores de la central es necesariamente letal.
"Será muy difícil para los trabajadores acercarse a los reactores. Las dosis que pueden experimentar serían potencialmente letales en un corto período de tiempo". ha afirmado Gregory Jaczko, el jefe de la comisión.
Un avión no tripulado Global Hawk de EE.UU. ha sobrevolado la central y las autoridades japonesas usarán sus fotografías para evaluar la situación.
Mientras, dentro del complejo, destruido por cuatro explosiones tras el seísmo de magnitud 9.0 que azotó el pasí el pasado viernes, los operarios con trajes de portección y con iluminación improvisada tratan de revisar lo que está pasando en los seis reactores de la central, trabajando en turnos más cortos para tratar de minimizar la radiación.
Sin cambios en la radiación
Varias horas después del lanzamiento de agua la radiactividad apenas había variado. Según ha informado la compañía eléctrica que explota la planta, Tepco, la radiación está en 3.000 microsievert por hora, muy por encima de los 1.000 a los que puede estar expuesta una persona a lo largo de un año.
Estas operaciones se llevan a cabo para tratar de enfriar el combustible, que amenaza con provocar una peligrosa fusión en la central japonesa, después de varios días en los que los problemas se han ido agravando.
De los seis reactores de la central, todos tienen problemas por falta de refrigeración. Los reactores 1,2 y 3 tienen dañados el núcleo y, aunque el 2 y el 3 tienen dañada su estructura, el que más preocupa es el 3 porque sus combustible contiene plutonio, más contaminante que el uranio. La piscina donde se acumulan las barras de combustible usadas podría haber quedado expuesta.
Por otra parte, la situación en el reactor 4 de la central, que ha sufrido ya dos incendios, también preocupa porque la piscina de combustible usado del reactor está perdiendo agua.
Reestablecer el suministro eléctrico
La Agencia de Seguridad Nuclear japonesa ha anunciado que a lo largo del día podría quedar reestablecido el suministro eléctrico a los reactores, lo que abriría la posibilidad a que vuelvan a funcionar los sistemas propios de refrigeración. En las últimas horas, los ingenieros han trabajado en la instalación de un nuevo cableado.
La crisis nuclear en la central de Fukushima ha provocado la evacuación de toda la población que vive a 20 kilómetros de la central, mientras los que viven entre los 20 y 30 kilómetros de la zona tienen orden de no salir de sus casas. Las autoridades han informado de que 28.000 personas más han sido evacuadas en las últimas horas, en principio de forma voluntaria.
Mientras, continúa el éxodo hacia el sur desde Tokio, a pesar de que las autoridades niponas insisten en que no existe riesgo para la salud.
Las autoridades de Corea del Sur han informado de la detección de niveles inusualmente altos de radiación en los viajeros que llegan desde Japón. Por otro lado, partículas radioactivas con niveles mínimos se dirigen hacia el este, hacia EE.UU., desde Fukushima.
Por su parte el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Yikiya Amano, viaja de urgencia a Japón para conocer sobre el terreno la situación.
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