AFP –Las fuerzas de seguridad sirias mataron al menos a 13 personas este viernes durante las manifestaciones en varias ciudades, pese a la creciente movilización contra el gobierno de Bashar al Asad y las condenas cada vez más acuciantes de la comunidad internacional.
En este sentido, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, instó este viernes a los países a detener el intercambio comercial con Siria como medida para presionar al presidente Bashar al Asad para que desista de reprimir violentamente las protestas opositoras.
"Instamos a aquellos países que continúan comprando petróleo y gas sirio, a aquellos países que continúan enviando armas a Asad... a tomar el camino correcto en la historia", dijo. El jueves, Clinton citó directamente a China, India y Rusia.
Como cada viernes desde el inicio del movimiento de contestación, el pasado 15 de marzo, se celebraron manifestaciones masivas, convocadas desde la red social Facebook, bajo el lema "Sólo nos someteremos a Dios".
El viernes por la tarde, unas 8.000 personas desfilaban por las calles de Latakia (norte), al tiempo que se celebraban otras movilizaciones en Hama y Homs (centro), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que anunció que las fuerzas de seguridad abrieron fuego en Hama.
En la región de Homs (centro), un hombre falleció por los disparos de un francotirador que estaba escondido detrás de una mezquita. En la localidad de Quseir, cerca de Homs, un minubús que transportaba civiles fue blanco de disparos.
"Milicianos pro régimen abrieron fuego contra el bus, hiriendo a pasajeros" que huían a Líbano, indicó un militante en el lugar, que opina que "el régimen quiere atizar los sentimientos de odio entre las personas y provocar la agresividad".
En Quseir, las fuerzas de seguridad detuvieron el viernes al escritor y poeta Abdel Rahmán Ammar, de 68 años, en lugar de su hijo, un militante buscado por las autoridades.
En Duma, un suburbio de Damasco, un militante informó de la muerte de cinco civiles, abatidos por las fuerzas de seguridad que abrieron fuego para dispersar a los manifestantes, agregó el OSDH.
En Deir Ezzor (este), donde fallecieron decenas de personas el pasado fin de semana, murió un civil, según otro activista en esa ciudad.
En el norte, en Alep, segunda ciudad del país, tres civiles fallecieron y otro resultó herido por los disparos de las fuerzas de seguridad, según el OSDH.
En Hama (centro), un activista afirmó que un hombre murió y otros tres civiles resultaron heridos cuando el ejército disparó para disuadir a los manifestantes que se estaban reuniendo tras el rezo del mediodía.
El ejército anunció el miércoles que se había retirado de Hama, después de una ofensiva que se saldó con más de un centenar de muertos, según militantes.
Un hombre murió cuando intentaba escapar de una ola de arrestos en Saqba, un suburbio de Damasco, mientras una mujer falleció en la localidad de Sheijun, en la provincia de Idleb (noroeste) por disparos durante una operación de las fuerzas de seguridad, explicó el OSDH.
"Decenas de carros, vehículos blindados, de transporte de tropas y buses civiles (transportando agentes de seguridad) entraron en Khan Sheikhun al alba. Se oyeron intensos tiroteos", anunció la misma fuente.
La creciente movilización contra el gobierno y las condenas cada vez más acuciantes de la comunidad internacional no han hacen mella en el régimen de Bashir el Asad.
Para entorpecer todavía más la información procedente de Siria, las autoridades detuvieron el jueves al presidente de la Liga Siria de Derechos Humanos, Abdel Karim Rihaui, cuya red de militantes por todo el país es una fuente esencial para la prensa extranjera.
Francia e Italia reclamaron el viernes la liberación inmediata de Rihaui y reclamó el fin de "la represión violenta y las detenciones políticas".
Estados Unidos aseguró el jueves que su embajador en Damasco había advertido personalmente al ministro sirio de Relaciones Extranjeros, Walid Muallem, del riesgo de nuevas sanciones si el régimen no pone fin a la sangrienta represión.
El presidente estadounidense, Barack Obama, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, pidieron una "transición democrática" en Siria. Canadá, por su parte, denunció las "acciones brutales" e "inadmisibles" del gobierno sirio.
El presidente turco, Abdulá Gül, pidió a Asad que realice reformas democráticas rápidamente, informó este viernes la agencia turca Anatolia. "No quiero que un día, echando la vista atrás, lamente haber actuado demasiado tarde y demasiado poco", le escribió a su homólogo sirio.
Al menos 1.800 civiles han perdido la vida desde marzo, según un balance de las ONG.
Los activistas sirios volvieron a salir a la calle este viernes para participar en una nueva jornada de movilización masiva y llamaron a los manifestantes a no dejarse someter a la represión del régimen, que dejó al menos siete muertos en distintas partes del país.
Imagen tomada de YouTube que supuestamente muestra a dos víctimas de la represión en Homs el miércoles
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