Esta imagen proporcionada por la oficina del jefe de policía del condado de Pinal muestra …
PHOENIX (AP) — Las autoridades de Arizona hallaron en medio del desierto un automóvil en llamas con cinco cadáveres carbonizados en su interior, a menos de 35 kilómetros de una de las ciudades más grandes de Estados Unidos y a unos 70 kilómetros al norte de la frontera con México.
La ubicación del coche ardiendo en un conocido corredor de contrabando y la naturaleza del crimen han hecho que el jefe de policía del condado de Pinal, Paul Babeu, diga que está casi seguro de que un violento cártel del narcotráfico es responsable.
El área conocida como el valle Vekol, donde fueron encontrados los cuerpos, ha sido escenario de tiroteos entre grupos de traficantes y contrabandistas que luchan por cargamentos de drogas o inmigrantes sin autorización legal, persecuciones de alta velocidad y decomisos importantes de drogas. La zona es tan transitada que en un momento dado la Oficina de Administración de Tierras, o BLM por sus siglas en inglés, publicó señales advirtiendo al público que "puede encontrarse con delincuentes armados y vehículos de contrabandistas que viajan a altas velocidades".
La oficina del médico forense de condado de Pima realizaba el lunes las autopsias de los cinco cuerpos carbonizados, al punto que era imposible reconocerlos, dos días después de que fueron encontrados en un vehículo tan chamuscado que la placa quedó borrosa.
El forense dependerá de los registros dentales en su intento de identificarlos.
Las autopsias también determinarán si las cinco personas fueron asesinadas antes de que quemaran sus restos, o si estaban vivos cuando el coche ardió en llamas.
No está claro cuando se darán a conocer los resultados de las autopsias.
Por el momento, Babeu y sus asistentes lo consideran como un crimen relacionado con el contrabando, posiblemente un cártel que atacó a sus rivales y quemó el auto en un esfuerzo por ocultar la evidencia y evadir a las autoridades.
De confirmarse esta hipotesis, el incidente sería el más reciente en el espiral de violencia que ha desbordado la frontera desde México, que afecta principalmente a los involucrados en el mundo del narcotráfico y el tráfico de personas.
"Es muy alarmante para mí como jefe de policía que pueda haber este nivel de violencia deliberada", dijo Babeu a The Associated Press el lunes.
"Esto no suele suceder en Estados Unidos, y esto ocurrió 70 kilómetros al norte de la frontera y 30 kilómetros al sur de la sexta ciudad más grande de Estados Unidos.
Si esto está conectado con los carteles, y lo probamos sin lugar a dudas, debe ser una advertencia para nuestro país".
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