Asesinatos, Robos, Atracos y Asaltos a Mano Armada Impactan Ferozmente la Provincia Santo Domingo, Distrito Nacional y Santiago.
No hay un día del mundo que no haya la ocurrencias de delitos mayores en nuestras ciudades, Principalmente en el Municipio de Santo Domingo Este, notas que éste periódico publica para el resto del planeta, cada ocasión estableciendo lo que está sucediendo en términos de hechos violentos que mantienen en zozobra la comunidad dominicana hasta en sus propios hogares.
Los fenómenos sociales y económicos, tanto como la actitud pasiva de las principales autoridades parece que comulgan confabulados con el mal, aterrorizando a la familia por el alto riesgo en que se vive, cada ocasión al salir jugamos una lotería con nuestras vidas no sabemos cuándo, dónde, en qué momento, quién o quiénes nos arrebatarán la vida, el bien mas preciado; sabemos que hasta el momento no ha disminuido el crimen y que la justicia ha estado haciendo un flaco servicio, pues no se aseguran de que se cumplan las leyes, en muchas decisiones judiciales advertimos la corrupción que por paga libera verdaderos criminales que volverán de delinquir sin piedad.
Estamos acorralados por la desesperanza, vivimos en una isla de pánico donde la vida vale menos que una guayaba podrida, los dominicanos ya no tenemos paz, nuestros hijos no sabemos si regresarán sanos y salvos a casa o si por el contrario no aparecerán con vida jamás.
Vivimos presos en nuestra isla, poco a poco decretamos toque de queda obligatorio, forzoso para tratar de prolongar la vida antes de que salga nuestro billete premiado, antes de que seamos las próximas victimas, lo peor de todo, mantenemos un absoluto silencio mientras lloramos nuestros muertos y recibimos el pésame de los sobrevivientes aún, solo hay que echar una mirada a los reportes policiales para darnos cuenta de que ya no somos un país seguro, confiable, estamos en las manos del CRIMEN y de las INJUSTICIAS SOCIALES, plagadas de IMPUNIDAD pagada que se nutre de una realidad llamada CORRUPCIÓN a todos los niveles.
No se le ocurra usar prendas para pasear ni siquiera por las tiendas de la ciudad, visitar un restaurante, ir al banco o beberse unos tragos en lugares abiertos o cerrados, los delincuentes nunca duermen, viven al asecho procurando su nueva presa, éstos conocen mas que nadie las técnicas elementales de como robar, matar y agredir sin dejar huellas para la responsabilidad de sus punibles y repudiables acciones en contra de la sociedad queden impunes.
La vida no vale nada te matan por un anillo, un simple celular como ha ocurrido cada día desde que mataron en Santiago a Vanessa Ramírez, una joven universitaria llena de sueños inconclusos, qué está pasando con la sociedad dominicana, con las instituciones públicas y privadas, con las autoridades civiles y militares?
En cada ocasión sale a la luz pública la participación de policías, militares, políticos en hechos abominables y perversos, los cuales actúan bajo el manto protector en contubernio con otros sectores oscuros que actúan con libertad absoluta afectando los intereses nacionales sin importar a quienes sacrifican en cada embestida, sencillamente esto es alarmante, estamos provocando una situación difícil en la población, estamos a punto de estallar, debemos reflexionar profundamente en procura de buscar remedios a nuestros grandes males sociales, todos somos responsables de una manera u otra.
El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra, no pretendemos juzgar a nadie mas bien elevar nuestra voz para compartirla con nuestros lectores para quienes trabajamos día por día a cambio de que se mantengan informados también por nuestra vía.
Reconocemos que una golondrina no hace verano pero a lo mejor anima a otras a impulsar su vuelo juntas tras un mismo objetivo, está bueno de seguir guardando silencio sobre la situación de calamidad publica que vive la República Dominicana, evitemos una poblada, hace falta mas inversión social, que afecten positivamente a las personas, es necesario mejorar el sistema educativo nacional, la salud, buscar oportunidades para nuestro pueblo, mas empleos que retribuyan con calidad la familia para que puedan ser autosuficientes y no dependan de ninguna ayuda económica del estado, las migajas hacen mas daño que bien, pues nunca resuelven los problemas de fondo.
Ojalá el nuevo gobierno que conducirá el PLD y Danilo Medina busque una atinada salida a las grandes necesidades no satisfechas de una población que colapsa independientemente del crecimiento macroeconómico que repiten cada año al cierre del período fiscal.
La delincuencia y la criminalidad deben llegar a su fin para que volvamos a ser el país que soñaron los padres de la patria; Luperón, Francisco Caamaño, Manolo Tavares Justo, entre otros pro-hombres de la nación dominicana.
Pongamos un alto para que retorne la paz social, ataquemos los problemas por la raíz, erradiquemos las injusticias y la impunidad maldita que asfixia a la presente generación para allanar el camino a las venideras y procurar la paz que tanto necesitamos.
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