Las violentas tormentas que azotaron los estados de Pensilvania, Maryland y Virginia el viernes dejaron varados a motoristas en carreteras inundadas y arruinaron casas y botes.
Un hombre en Bel Air, Maryland, cerca de Baltimore, sufrió quebraduras de huesos cuando un muro de concreto de su negocio de garaje automotor se desplomó sobre él durante la tormenta.
Otro hombre que se encontraba dentro del garaje resultó con lesiones menores, dijo Edward Hopkins, de la agencia de manejo de emergencias de Maryland.
Un empleado evacuó a otros 11 del domo de golf de lona en la Robert Morris University en Pensilvania un minuto antes de que los vientos hicieron que se fuera abajo el viernes.
Todos escaparon ilesos, informó la universidad en un comunicado.
Decenas de miles de personas perdieron la energía eléctrica en Washington y sus suburbios de Maryland el viernes, pero los apagones sólo afectaban a cerca de 250 usuarios el sábado, sostuvo Myra Oppel, portavoz de la Potomac Electric Power Company.
Baltimore Gas and Electric Company también informó de la interrupción de la energía para decenas de miles de usuarios, aunque ya se había restablecido para todos, excepto alrededor de 2.500 usuarios, dijo la compañía en su sitio web.
Las inundaciones en el corredor de la carretera Interestatal 95 dejaron varados a motoristas, algunos de los cuales tuvieron que ser rescatados, informó Howard Silverman, del Servicio Climatológico Nacional en Maryland.
Expertos se encontraban en terreno determinando si el daño había sido provocado por tornados, añadió Silverman.
Testigos dijeron que fue definitivamente un tornado el que golpeó a Hampton, Virginia, donde 100 casas, tres tiendas comerciales y algunos yates resultaron dañados.
El daño en Hampton, una ciudad con 150.000 habitantes, fue estimado en 4,3 millones de dólares, comentó la portavoz de la ciudad, Robin McCormick.
"Hay árboles sobre los techos, y lonas, realmente es un estropicio", declaró McCormick, quien agregó que botes en un estacionamiento habían sido lanzados fuera de sus remolques.
Los residentes eran mantenidos alejados de dos barrios golpeados con fuerza, donde había equipos reemplazando postes de energía caídos y limpiaban de escombros los caminos bloqueados.
Pese a la tormenta, Hampton celebró su "Festival Pirata Barbanegra" anual el sábado, al que asistieron miles de visitantes, sostuvo McCormick.
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