Imagen de la virgen de la Mercedes |
Por Roberto Pèrez
LA VEGA.- El Santo Cerro, en La Vega, es el lugar sagrado por la Iglesia Católica, porque fue donde se encontró la Virgen de Las Mercedes, madre Protectora del pueblo dominicano, el cual está listo para recibir a millares de feligreses del país que aprovechan este 24 de septiembre para acudir a los actos religiosos.
Todo está preparado para la tradicional celebración que aunque es hoy el Día, ya cientos de personas han llegado al lugar sede de la peregrinación religiosa más importante del Cibao.
Las eucaristías que se realizan en la iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, con motivo de la celebración del día de la madre, protectora del país comienzan desde la noche del 23 y sigue en la madrugada del 24 hasta que finaliza el día.
Pero no solo a rezar acuden las personas, porque muchos aprovechan para hacer negocios con ventas de todo tipo de mercancías y productos alimenticios.
También los menesterosos toman lugares estratégicos del trayecto de la calle espigada que conduce hasta la iglesia del Santo Cerro para mostrar sus miserias y despertar la compasión de la feligresía.
Las casetas y mesas instaladas por doquier exhiben para la venta artículos religiosos, alimenticios, ocasionales, como hojaldres y roquetes y otros.
Según la historia de la virgen, en marzo de 1494 el almirante Cristóbal Colón plantó una cruz, acción que para Radhamés Lara Santos, párroco de la comunidad, marcó el verdadero inicio de la profesión de la fe cristiana en el Nuevo Mundo.
Justamente en honor a ese acontecimiento, en la parte trasera del templo religioso, el Ministerio de Turismo acaba de erigir un monumento simbolizando la santa cruz, con un rosario a su alrededor, que será inaugurado oficialmente por monseñor Antonio Camilo González, obispo de la diócesis de La Vega, al término de la eucaristía que él presidirá este lunes, a partir de las 9:00 de la mañana y que marcará el acto litúrgico central del novenario en honor a la Virgen de las Mercedes, que se inició el 14 de este mes.
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