martes, 9 de octubre de 2012

Cae jefe de Los Zetas; luego su cuerpo es robado

Esta fotografía proporcionada por la Marina Armada de México el martes 9 de octubre de 2012 muestra presuntamente el rostro del cadáver del líder y fundador del cártel de los Zetas Heriberto Lazcano, en poder del Servicio Médico Forense, en Sabinas, México. (Foto AP/Marina Armada de México)Esta fotografía proporcionada por la Marina Armada de México el martes 9 de octubre …
ARCHIVO - Esta fotografía de archivo sin fecha, obtenida el 2 de noviembre de  2010 de la página en internet de delincuentes más buscados por la Procuraduría General de la República de México, muestra al presunto líder y fundador del cártel de los Zetas Heriberto Lazcano Lazcano en un lugar no identificado. (Foto AP/Procuraduría General de la República, archivo)MEXICO (AP) — El que fuera un desertor de las fuerzas especiales del ejército mexicano, cuya brutalidad y táctica paramilitar ayudó a transformar un pequeño grupo de seguridad de un cartel de drogas en una de las más brutales y temidas organizaciones criminales internacionales, fue abatido por los infantes de marina mexicanos en un estadio de béisbol al norte del país. Pero horas más tarde, un grupo de hombres armados irrumpieron en una funeraria donde el cuerpo de Heriberto Lazcano yacía. 

ARCHIVO - Esta fotografía de archivo sin fecha, obtenida el 2 de noviembre de 2010 de la página en internet de delincuentes más buscados por la Procuraduría General de la República de México.
También se robaron un coche fúnebre, obligaron al dueño del local a conducirlo a un lugar desconocido y desaparecieron en la oscuridad de la madrugada con el cadáver del hombre que lideró a Los Zetas en medio de un reinado de terror, masacres y decapitamientos de sus rivales.
 Las autoridades habían practicado pruebas periciales de identificación a Lazcano en la funeraria, horas antes. 
El robo del cadáver propició un extraño y vergonzoso giro a una de las victorias más importantes del gobierno mexicano en su lucha contra los carteles de la droga. El golpe ocurrió, además, a dos meses antes de que el hombre que escaló la lucha contra el crimen organizado, el Presidente Felipe Calderón, deje su cargo. La desaparición del cadáver también es una muestra más de que muchos territorios mexicanos son controlados por las bandas de narcotraficantes luego de seis años de que el estado les declarara una guerra que no da señales de aplacarse. Analistas independientes consultados por The Associated Press dijeron que lo más previsible que suceda es que la muerte de Lazcano genere un caos al interior de Los Zetas porque desatará una violenta lucha de poder dentro de una organización, cuyas células locales son relativamente autónomas para decidir si quieren aliarse, o no, con otros carteles o seguir bajo la égida del jefe sobreviviente de los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, considerado aún más despiadado y brutal que Lazcano. Es probable también que este abatimiento intensifique la guerra que tienen Los Zetas con la organización criminal que domina el envío de drogas a Estados Unidos, el cartel de Sinaloa, y que es controlada por el hombre más buscado de México, Joaquín "El Chapo" Guzmán. En el centro de esta lucha está la fronteriza ciudad de Nuevo Laredo, que se encuentra desgarrada por la violencia por ser uno de los lugares, a lo largo de la frontera, donde más mercancías entran a Estados Unidos; lo que la convierte en una de las rutas de contrabando más valiosas del mundo. "Va a haber un fuerte enfrentamiento sobre Nuevo Laredo", predijo George Grayson, experto en los Zetas y co-autor del libro "The Executioner's Men: Los Zetas, Rogue Soldiers, Criminal Entrepreneurs and the Shadow State They Created", que aún no ha sido traducido al español. Los abatimientos ocurrieron el domingo. Lazcano y otro hombre murieron en un campo de béisbol del poblado de Progreso, como resultado de un enfrentamiento entre ellos y los marinos, según procurador del estado norteño de Coahuila, Homero Ramos. Tiempo después trascendió que las huellas dactilares de uno de los muertos correspondían a las de alias "El Lazca". La localidad de Progreso, Coahuila, es una zona rural ubicada a 125 kilómetros (80 millas) al oeste de la frontera de Texas, cerca de Laredo. Calderón elogió a la Marina y dijo que con la muerte de "El Lazca" su gobierno "ha neutralizado" a 25 de los 37 criminales más buscados. "A esta organización criminal se le atribuye un sinnúmero de crímenes de alto impacto, así como hechos de violencia extrema que han padecido muchas comunidades del país", dijo el mandatario durante una gira de trabajo en referencia a Los Zetas. "Hemos visto reportes de la posible muerte de Heriberto Lazcano", dijo la embajada de Estados Unidos en la ciudad de México dijo en una declaración enviada por correo electrónico. "Estamos aguardando la confirmación de esos reportes". El hurto del cadáver ocurrió en la madrugada del lunes. 
El procurador Ramos dijo que el dueño de la funeraria le había dicho que un comando armado arribó al lugar y tomó los dos cuerpos, incluido el de Lazcano, ex líder de Los Zetas.
 El procurador añadió que los hombres armados obligaron al dueño de la funeraria a conducir la carroza fúnebre con los cuerpos hasta un lugar desconocido. 
Ramos no dijo si las autoridades tienen información del lugar adonde fueron llevados los cuerpos. 
Momentos antes, la Marina había anunciado que del examen de las huellas dactilares se podía concluir que efectivamente se trataba del presunto capo. En un comunicado, la Marina dijo que tomaron las huellas de los dedos pulgar, índice y medio de la mano derecha de uno de dos presuntos criminales muertos, antes de que fueran robados, y al cotejar la información dactilar con una base de datos se concluyó que se trataba de Lazcano.
 También dijo que el análisis de fotografías tomadas al cadáver "muestran que los rasgos fisonómicos coinciden con los de Heriberto Lazcano Lazcano". El cartel de los Zetas fue fundado a finales de la década de 1990 por desertores de un cuerpo de élite del ejército mexicano, entre ellos Lazcano, y es señalado como responsable de cometer los más atroces asesinatos, algunas de las peores masacres en los años recientes y de planear fugas masivas de cárceles. El gobierno de Estados Unidos había ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares y el gobierno mexicano un adicional de 2,3 millones de dólares por información que llevara al arresto de Lazcano.
 Jorge Chabat, un experto en seguridad del Centro de Investigación y Docencia Económicas, dijo a la AP que la muerte de "El Lazca" es el más importante golpe del gobierno de Calderón al narcotráfico durante su gobierno que empezó en diciembre de 2006, y cuya magnitud y consecuencias para ese cartel aún se desconocen.
"Es difícil saber, porque Los Zetas tienen una estructura más descentralizada que otras organizaciones, entonces es probable que no quede desmantelada del todo y que algunas de las células que están sigan actuando y hay otro líder importante que está todavía ahí", dijo Chabat.
 El otro líder es Miguel Angel Treviño Morales, alias "Z-40", un capo que tiene una reputación de ser más brutal que "El Lazca". El jefe de Los Zetas ha sido reconocido por haber sido el pionero en impulsar el uso de tácticas militares de entrenamiento en los carteles de la droga.
 En ese entonces, Los Zetas eran el brazo armado del cartel del Golfo. Bajo su liderazgo, los Zetas reclutaron a decenas de ex soldados mexicanos así como de "kaibiles", conscriptos guatemaltecos, que eran entrenados en tácticas de contrainsurgencia.
 Lazcano logró así convertir un pequeño grupo de sicarios en una pandilla despiadada que ejecutaba los crímenes que ordenara del cartel del Golfo. Los Zetas también fueron los encargados de proteger los embarques de drogas rumbo a Estados Unidos. 
Pero Lazcano se separó en 2010 de sus antiguos jefes y llevó a los Zetas a ser considerado uno de los dos carteles de la droga más poderosos del país y una organización criminal despiadada, responsable de los crímenes más horrendos en la historia reciente de México y caracterizada por su tendencia a capturar la atención de las primeras páginas de los periódicos con las atrocidades que ejecutan. Lazcano "se acredita con el fortalecimiento de la organización ... creó una nueva estructura de las células regionales especializadas en delitos específicos", dicen los fiscales federales mexicanos sobre su perfil. Más recientemente, Los Zetas fueron vinculados al asesinato del sobrino del gobernador de Coahuila, ocurrido la semana pasada.
 El homicidio llevó al gobierno federal a enviar más tropas, policías federales e investigadores criminales del Estado. 
Tomar los cuerpos de cómplices caídos es una de las marcas de Los Zetas, que han conservado algunas de las tácticas y cultura institucional de los desertores del ejército que fundaron el grupo, dijo a la el experto Grayson. "Los Zetas se hacen cargo de sus muertos", dijo. "El Lazca era de las fuerzas especiales. Hay un espíritu de cuerpo, como los Marines (estadounidenses). 
Ellos nunca dejan a un camarada atrás". Las autoridades mexicanas han anunciado una serie de arrestos de figuras de alto perfil de Los Zetas en los últimos meses, y han dicho que creen que ese cartel enfrentaba una división entre Lazcano y Treviño. Grayson cree que Treviño ha proporcionado información a autoridades de Estados Unidos a cambio de que haya menos dureza en el tratamiento contra su hermano, quien recientemente fue arrestado bajo acusaciones de lavado de dinero en un negocio de carreras de caballos en el sureste estadounidense. 
Los Zetas también ganaron notoriedad por su brutalidad al convertirse el primer cartel que mostraba públicamente a sus rivales decapitados, incluyendo a dos policías en abril de 2006 en la ciudad turística de Acapulco.
 Las cabezas fueron encontradas en las afueras de un edificio del gobierno con un mensaje firmado por "Z'', que decía: "Para que aprendan a respetar". 
Lazcano, quien también es conocido como "El Verdugo", también es sospechoso de cientos de asesinatos, incluyendo el homicidio de Francisco Ortiz Franco, editor de un periódico semanal en Tijuana que a menudo informa del tráfico de drogas. Ortiz Franco fue asesinado a balazos frente a sus dos hijos pequeños cuando salía de una clínica en junio de 2004.
 El día del abatimiento de Lazcano, la Armada dijo que recibió quejas acerca de unos hombres armados en la zona y envió una patrulla de revisar. A su arribo, los hombres lanzaron granadas a la patrulla desde un vehículo en marcha e hirió a uno de sus ocupantes; un marino. 
Sus heridas no eran mortales. Dos de los hombres armados murieron tras el tiroteo que siguió, dijo la Armada. 
Las autoridades encontraron al interior del vehículo donde se movilizaban los abatidos, un lanzagranadas, 12 granadas, lo que parecía ser lanzacohetes y dos rifles. 
A pesar de la muerte de Lazcano, los Zetas aparentemente todavía estaría a cargo de un despiadado capo, Miguel Ángel Treviño Morales, quien tiene una reputación de ser aún más brutal que Lazcano. Las autoridades dicen que Morales Treviño, también conocido era "Z 40", ha asumido un papel más preponderante e incluso se ha informado que han sustituido a Lazcano como jefe operativo. 
El informe de la muerte de Lazcano se produjo horas después de que la marina de guerra atrapó a un presunto líder regional Zetas acusado de participar en algunos de los crímenes más notorios del país en los últimos años. Un portavoz de la Marina, José Luis Vergara, dijo que Salvador Alfonso Martínez Escobedo fue arrestado el sábado en Nuevo Laredo.
 El funcionario dijo que Martínez es el cerebro de la masacre de 72 migrantes en el estado norteño de Tamaulipas en 2010. Los inmigrantes fueron enterrados en fosas comunes en el mismo lugar donde ocurrió la masacre.
 Luego, cerca de 200 cadáveres fueron descubiertos en abril de 2011 en la ciudad de San Fernando, Tamaulipas, cerca de la frontera.
 Este ha sido el crimen más grande y masivo que el gobierno federal de México ha soportado desde que lanzó una ofensiva armada contra los narcotraficantes en diciembre de 2006. Martínez, un hombre conocido como "La Ardilla", también se ha vinculado con la fuga de 151 presos de una cárcel de la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo en 2010, la reciente fuga de 131 prisioneros en Piedras Negras y la muerte, en 2010, de David Hartley, ciudadano estadounidense en el poblado de Falcon Lake, ubicado en la frontera con Estados Unidos.
 La Armada también culpa a Martínez del asesinato del comandante de la policía del estado de Tamaulipas y del investigador a cargo del caso. Este crimen ha obstaculizado la investigación.

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