Por primera vez en la historia del Clásico Mundial de Béisbol, Estados Unidos y República Dominicana se encontraron en un diamante y lo que ofrecieron fue un verdadero clásico.
Con un boleto directo en juego para la serie semifinal, las dos novenas se enfrascaron en un extraordinario duelo de pitcheo que al final se decidió a favor de la escuadra dominicana por 3-1 ante el delirio de un públicó que en su mayoría vino a apoyarlos en el Marlins Park.
Erick Aybar conectó un sencillo productor en la novena entrada contra el cerrador Criag Kimbrel
para quebrar un empate 1-1, y José Reyes empujó otra anotación con un sencillo para de esta manera clasificar a la novena quisqueyana a la serie semifinal en San Francisco donde enfrentará a Holanda o Japón la próxima semana.
Es la segunda vez que Dominicana alcanza la fase final del torneo luego de hacerlo en la primera edición del evento en el 2006.
Estados Unidos, por su parte, tendrá que olvidar rápidamente el revés ya que ahora se medirá el viernes a Puerto Rico donde el ganador obtendrá el otro boleto disponible para el viaje a San Francisco.
Será una doble revancha para los boricuas ya perdieron ante "Team USA" por 7-1 al abrir la segunda ronda y la oportunidad de vengar el doloroso revés sufrido en el 2009 cuando cayeron en un partido que les hubiese dado el pase a las semifinales.
La escuadra de las barras y estrellas fue el equipo local en este encuentro, pero sólo en el papel ya que desde tempranas horas se podía palpar un ambiente caribeño en el estadio el cual fue aumentando a medida que se acercaba el comienzo del partido.
Estados Unidos hizo su parte para tratar de silenciar la fiesta quisqueyana cuando en la misma primera entrada abrió el marcador contra el abridor Samuel Deduno.
Con un out, Brandon Phillips conectó un sencillo y, luego que Ryan Braun se ponchó para el segundo out, Joe Mauer y Giancarlos Stanton siguieron con sencillos para llenar las bases.
Deduno entonces forzó la primera carrera del encuentro al otorgarle una base por bolas a Eric Hosmer para ventaja de 1-0 antes que el derecho ponchara a Adam Jones para cerrar el episodio, evitando así mayores complicaciones.
Sin embargo, la ventaja de los estadounidenses duró muy poco ya que con un out en la siguiente entrada, Hanley Ramírez envió un lanzamiento del nudillista R.A. Dickey sobre la verja del jardín izquierdo.
Fue un batazo descomunal que viajó unos 451 pies que puso a gozar a la fanaticada rival.
Tanto Dickey y Deduno entonces apretaron el brazo en las próximas entradas para silenciar la potente artillería de sus respectivos rivales, y los relevistas de ambos equipos continuaron la brillante faena.
Pero, en la parte alta de la novena entrada, Nelson Cruz abrió con un líneazo hacia el jardín central-derecho contra Kimbrel para un doble que pudo haberse convertido en un triple si no hubiese sido por Stanton que se lanzó por el aire en busca de la pelota para evitar que llegara a la verja.
Luego, Carlos Santana conectó una roleta de out hacia Phillips que avanzó a Cruz a la antesala desde donde anotó con un sencillo del bateador emergente Erick Aybar para romper así el empate.
Un out después, Reyes trajo al plato a Aybar con un imparable para una importante carrera de seguridad.
El manager dominicano Tony Peña entonces le entregó la pelota a su estelar cerrador Fernando Rodney, quien animado por el público, retiró a Adan Jones con elevado, ponchó a Ben Zobrist y sacó con un fly al cuadro interior a Shane Victorino para el tercer out.
Tan pronto Miguel Tejada atrapó la pelota en su guante, dio un salto y ahí se desató una celebración en el montículo junto a sus compañeros que salieron corriendo desde el dugout.
Luego de un contundente fracaso sufrido en la edición del 2009 en el cual no pasaron de la primera ronda, Dominicana ajustó cuentas con su regreso a la semifinal. Ahora sólo resta llegar a San Francisco para iniciar el tramo final y ver si puede traer la corona a su isla.
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