Catorce asesinatos han ocurrido en Puerto Rico en lo que va de año

Oficiales de la policía detienen a
unos sospechosos en Hato Rey, Puerto Rico. 

San Juan, 7 ene (EFE).- Catorce asesinatos, entre ellos el de un joven pastor evangélico, han ocurrido en Puerto Rico en la primera semana de 2013, informó hoy la Policía de la isla caribeña. El homicidio más reciente ocurrió el domingo a las 9:55 de la noche, hora local, en Canóvanas, ciudad al este de San Juan.

Según la Policía, allí asesinaron al residente del área Kedin Adorno Fuentes, de 22 años, cuando un desconocido se le acercó y le disparó varias veces en el rostro, lo que provocó su muerte.

 Minutos antes, la Policía reportó el asesinato de otro joven, Ian Carlos Rivera Colón, de 23 años, en una estación de gasolina de Corozal, ciudad al centro de Puerto Rico. 

Las autoridades explicaron que el cuerpo de Rivera Colón fue encontrado con varios impactos de bala. Sin embargo, el caso más sonado ha sido el del religioso Julio Enrique López Castro, de 20 años, quien fue asesinado el pasado sábado mientras trabajaba en una compañía de celulares en Río Grande, municipio al este de la isla caribeña. 

La Policía indicó en un informe que López Castro fue asesinado a golpes con un extintor, luego lo amarraron con cables de teléfonos y lo dejaron amordazado en el lugar. Familiares, amigos y compañeros de López Castro de la Iglesia Bautista de Palmer han querido recordar al pastor como un joven callado, pero que cuando hablaba, tenía gracia y poder. 

López Castro se distinguió también como un gran voleibolista del Colegio Saint Francis de Carolina, ciudad aledaña a San Juan, y tenía planes de convertirse en periodista deportivo. Los problemas de seguridad en Puerto Rico se proyectaron de gran manera cuando en 2011 se sobrepasaron los 1.000 asesinatos, aunque para 2012, se logró una merma de más de 150 homicidios.

 El nuevo gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, anunció el jueves una orden ejecutiva para que la Guardia Nacional preste "vigilancia en las zonas portuarias y aeropuertos a los fines de impedir la entrada de drogas y armas ilegales al país". 

García Padilla tiene en sus manos la tarea de poner freno a un problema que definió de "epidemia", por la media de 30 asesinatos por cada 10.000 habitantes que se registran en Puerto Rico. 

El incremento en la utilización de la vía caribeña para introducir cocaína en Estados Unidos ha convertido a Puerto Rico en puerta de entrada de la droga hacía el país norteamericano. 

Parte de esa droga se queda en la isla, donde bandas locales se disputan a punta de pistola el control de los puntos de venta de estupefacientes.