Diana Nyad saluda a su equipo tras nadar una corta distancia desde una embarcación.
CAYO HUESO, Florida, EE.UU. (AP) — La estadounidense Diana Nyad puso fin el martes a su cuarto intento por nadar de Cuba a Florida —su sueño frustrado por décadas— ahora debido principalmente a las medusas.
La nadadora de resistencia se vio obligada a salir del agua a las 00:55 por una tempestad y las picaduras de las medusas, dijo su equipo.
El martes en la tarde, Nyad fue llevada en embarcación hasta las cercanías de la costa rocosa en Cayo Hueso, exactamente poco más 72 horas después de que hubiera partido a nado de Cuba. Finalmente nadó un trayecto corto hasta la multitud que la esperaba.


De acuerdo a las reglas de la Asociación Mundial de Nado en Aguas Abiertas, Nyad podía abandonar el mar sin perder su oportunidad de lograr la marca en caso de que su vida estuviera en peligro.
Este aspecto quedó para la polémica ante el hecho de que no terminó su desafío.
Nyad tenía los labios hinchados debido a las picaduras de medusas, se veía agotada mientras se le ayudaba a salir del agua a su llegada a Cayo Hueso, aunque insistió en que no le dolían para nada los músculos.
La nadadora recibió un inhalador para asma, oxígeno y un suero intravenoso, principalmente fuera de la vista de la multitud.
Diana Nyad descartó un quinto intento para cruzar a nado el estrecho de Florida, aunque también había asumido la misma postura cuando fracasó en 2011 en su anterior trayecto.
"No me gusta renunciar a lo que me propongo, pero el deporte y este océano en particular son diferentes de lo que solían ser", agregó. "Proliferan las medusas. Y saben, no son divertidas para mí", apuntó.
"Esto ya no es nadar.
Es para el grupo de elite Seal de la marina estadounidense", afirmó.
Nyad saltó al agua el sábado en la tarde en La Habana; en esta ocasión, duró más tiempo y cubrió una mayor distancia que en sus anteriores intentos, señaló su equipo.
La nadadora hizo su primer intento en 1978, dentro de una jaula contra tiburones. En 2011, lo intentó en dos ocasiones sin jaula contra tiburones, pero de nuevo no completó el trayecto para lograr la marca.
La australiana Susie Maroney cruzó el estrecho en 1997, pero utilizó una jaula contra tiburones.
En junio, otra australiana Penny Palfrey, cubrió 127 kilómetros (79 millas) en dirección a Florida sin jaula, pero las corrientes fuertes la obligaron a abandonar el intento.
El lunes en la noche fue la más difícil para Nyad: los integrantes de su equipo ahuyentaban tiburones mientras las olas la golpeaban en una tormenta, las medusas la picaban de manera interminable y batallaba con la amenaza de hipotermia por el descenso de la temperatura de su cuerpo.
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