Nueva York, 28 oct (EFE).- La región de Nueva York comenzó hoy a blindarse, con medidas en todos los niveles, para intentar minimizar el impacto del huracán "Sandy", que incluyen la evacuación de unos 375.000 habitantes de la Gran Manzana y el cierre de las escuelas y del transporte metropolitano.
Tras la experiencia del huracán "Irene" de agosto del año pasado, que dejó inundadas y sin electricidad varias zonas del estado y la ciudad, las autoridades no quieren riesgos y han anunciado una serie de medidas drásticas para la zona metropolitana, que agrupa áreas de tres estados con un total de 19 millones de habitantes.
El Centro Nacional de Huracanes informó hoy que "Sandy", que dejó más de 50 muertos y decenas de miles de damnificados a su paso por el Caribe la pasada semana, enfilará esta noche hacia la costa este de EE.UU. y, previsiblemente, se fortalecerá antes de tocar tierra el lunes por la noche, muy posiblemente en el área de Nueva Jersey y Delaware.
Ante ello, la ciudad de Nueva York decretó hoy la evacuación de algunas zonas bajas de la ciudad, con unos 375.000 habitantes, y el cierre de las escuelas mañana, si bien los servicios municipales seguirán abiertos.
Los ciudadanos que no evacúen esas zonas "no sólo ponen en riesgo su vida, sino que ponen en peligro a los miembros de los servicios de rescate", afirmó el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, en una rueda de prensa.
Bloomberg añadió que aquellos que se rehúsen a evacuar no serán arrestados, pero sí recalcó que serán unos "egoístas".
La evacuación afecta a la denominada "zona A", que incluye las partes bajas de la ciudad más expuestas a las posibles inundaciones que podrían tener lugar con las fuertes lluvias que se esperan a causa del huracán.
Los vecinos estados de Nueva Jersey y Connecticut ordenaron también hoy evacuaciones de sus zonas costeras más expuestas a los vientos e inundaciones del huracán, lo que incluye los casinos y hoteles de Atlantic City, en el primero de ellos.
Las previsiones meteorológicas apuntan a que "Sandy" podría generar vientos de hasta casi 130 kilómetros por hora, aunque con rachas puntuales aún mayores, así como lluvias muy intensas.
La llegada del huracán coincidirá en la noche del lunes con la marea más alta con motivo de la luna llena, lo que combinado con las lluvias empeora el peligro de inundaciones en una región llena de zonas bajas, ríos y pantanos.
Se espera que las aguas suban entre 3 y 6 metros por encima de su nivel habitual en la ciudad de Nueva York, según los meteorólogos.
Cuatro de los cinco barrios de la ciudad están en islas y el quinto (Bronx) tiene una amplia zona rodeada de ríos, por lo que amplias partes de la ciudad corren el riesgo de sufrir inundaciones.
Las zonas evacuadas incluyen la zona sur de Manhattan, algunas partes costeras de Brooklyn, Queens y Bronx y casi toda la costa de Staten Island.
La ciudad ha preparado una red de 76 albergues, con personal y suministros adecuados, para acoger a las personas que tengan que dejar temporalmente sus hogares y sus animales domésticos.
Poco antes del anuncio de evacuación, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció el cierre progresivo del transporte público de la Gran Manzana (trenes de cercanías, metro y autobuses), en un proceso que ha comenzado ya y que concluirá durante esta noche.
Mientras prosiguen otros trabajos de preparación (como el vaciado parcial de presas para poder acumular el agua de lluvia), Cuomo también ha movilizado a 1.175 militares de la Guardia Nacional de Nueva York para que puedan participar en tareas de emergencia si fuera necesario.
Los aeropuertos de la zona de Nueva York (Laguardia y J.F. Kennedy en la ciudad, y Newark, en la vecina Nueva Jersey) permanecerán abiertos, pero han cancelado cientos de vuelos, y se espera que muchos más sean suprimidos mañana.
Los parques públicos de la ciudad de Nueva York ya han cerrado esta tarde para evitar accidentes por caída de árboles o ramas.
La ONU, las universidades, algunas de las principales entidades financieras y hasta los teatros de Broadway y los museos han anunciado que estarán cerradas mañana, y posiblemente también el martes.
La bolsa de Nueva York, situada muy cerca de la zona evacuada del Bajo Manhattan, no abrirá sus puertas para las operaciones físicas pero sí estará abierta para las contrataciones electrónicas, que suponen el 80 % del total.
Las autoridades de Nueva York y Nueva Jersey han tomado una serie de medidas preventivas y han pedido a la población que tenga una serie de suministros básicos por si hubiera cortes de suministro eléctrico o necesidad de abandonar urgentemente de sus viviendas.
La empresa eléctrica ConEdison ha realizado en los últimos días tareas preventivas para evitar cortes del suministro y también ha reforzado sus equipos de urgencia para reparar daños y restaurar el servicio.EFE
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